El abuso
de autoridad llevado hasta los límites de la tiranía, es algo propio de
individuos despóticos, cobardes y acomplejados, que se muestran implacables
contra los débiles, aprovechando siempre su ventajista posición de fuerza. Sin embargo, estos mismos individuos, cuando se encuentran ante poderes superiores, se muestran acojonados, sumisos y serviles, arrastrándose por el suelo como serpientes domesticadas y obedientes ante la voz de su amo-domador.
¿Qué curioso, verdad?
Fran Laviada
