Acaba el día con energía
Un truco muy sencillo para que te cunda más el tiempo y llegues con energía al final del día.
Imagina que estás en la ladera de una montaña y que tu propósito es llegar a la cima. Cada día avanzas un poco más y cada mañana te despiertas con el objetivo de continuar ascendiendo. Ahora bien, antes de comenzar la ascensión desayunas, eliges la ropa más adecuada, preparas la mochila con aquello que te vaya a hacer falta, calientas los músculos y miras tu mapa de ruta para ver por dónde tienes que ir. A nadie, o a casi nadie, se le ocurriría levantarse, vestirse, tomarse un café con dos galletas y salir pitando hacia arriba.
Al subir una montaña somos conscientes de que se necesitan una serie de condiciones físicas, emocionales y mentales para conseguir llegar a la cima, sin embargo, es muy frecuente olvidarnos de que para vivir el día que tenemos por delante de nosotros y conseguir aquello que nos hemos propuesto, también necesitamos unas condiciones necesarias de las que partir.
La consecuencia de no pre-pararnos para el día es:
¡¡que se nos hace cuesta arriba!!
Es cierto que si tenemos un catarro el día se nos hará un poco más cuesta arriba, sin embargo, en condiciones normales de salud, si el día se nos hace cuesta arriba es normalmente un síntoma de que no nos hemos pre-parado apropiadamente para lo que teníamos planeado.
De ahí, que si queremos sentirnos con energía todo el día, que nos cunda el tiempo, y además disfrutar de cada momento, antes de echar a andar necesitamos establecer unas condiciones físicas, emocionales y mentales adecuadas para ello.
A estas condiciones, en la teoría de sistemas, se las llama condiciones iniciales del sistema, y constituyen el estado desde donde parte o empieza a funcionar el sistema. En el estudio de sistemas además han observado que dependiendo de las condiciones iniciales, el sistema funcionará de una manera u otra.
De ahí que el truco para conseguir acabar el día con energía sea tan sencillo como: comenzar el día con un ritual de preparación que nos proporcione las condiciones más adecuadas para hacer “la ascensión” del día que empieza.
Componentes y características del ritual de preparación ó ritual de la mañana:
- Es lo primero que hacemos en el día.
Primero nos llenamos nosotros, nos hacemos fuertes y luego damos y ayudamos desde nuestra fortaleza. En este aspecto es importante abstenernos de mirar el email o cualquier otra fuente externa que pueda restarnos energía.
- Preparación física.
Estas son algunas de las recomendaciones para preparar el cuerpo y que así tengamos suficiente energía durante el día: hidratar el cuerpo por dentro (beber agua en ayunas), hacer algo de ejercicio (andar, subir y bajar escaleras, yoga, también en ayunas), incluir en la primera comida del día: proteínas (huevos, yogures, leche, queso), carbohidratos (pan o cereales) y frutas.
- Preparación emocional.
Dedicarse los primeros momentos del día a uno mismo equivale a priorizarse a uno mismo. Esto repercute muy favorablemente en nuestra autoestima ya que este acto implica que somos importantes y nos merecemos cuidado. Y además ganamos en confianza en nosotros mismos ya que activamos nuestra fuerza de voluntad para empezar el día tal y como decidimos la noche anterior.
- Preparación mental.
Cuando tenemos claridad sobre qué es lo que tenemos que hacer durante el día y lo que es prioritario, nos resulta mucho más fácil enfocarnos y avanzar en ello. Se puede poner foco escribiendo las cosas que tenemos que hacer en un papel y priorizando las que haremos en el día de hoy. En esto seremos lo más objetivos que podamos, ya que si ponemos en la lista más de lo que es posible hacer, acabaremos con la sensación de no haber hecho nada o de no haber cumplido.
Podemos preparar la mente también simplemente sentándonos 5 minutos, estando en silencio y observando cómo respiramos. Esta práctica continuada nos aportará claridad, serenidad y un punto neutro desde el que comenzar y ver lo mismo desde una perspectiva diferente.
Las condiciones físicas, determinadas por lo que comemos y el ejercicio, y las condiciones emocionales, determinadas principalmente por la relación que tenemos con nosotros mismos, también influirán en el estado de nuestra mente durante el día.