La Unión Europea acaba de aprobar una resolución en la que insta a acabar con la selección prenatal en función del sexo. Subraya, entre otros, el derecho a la vida y la protección a la maternidad:
-- Afirma que «todos los niños, con independencia de su sexo, tienen
el derecho a la vida, a la supervivencia y al desarrollo, y reitera que
también las niñas tienen el mismo estatus».
--Hace una petición a las delegaciones de la Unión Europea para que
los países en desarrollo colaboren con los gobiernos de cada país para
garantizar que las niñas disfruten de sus derechos sin discriminación
alguna, «acabando con las prácticas carentes de toda ética y
discriminatorias de selección prenatal en función del sexo, aborto de
fetos de sexo femenino.
-- Además resalta que la Unión Europea no deberá ayudar a ninguna autoridad, organización o programa que promueva,
apoye o participe en la gestión de cualquier acción que implique
violaciones de los derechos humanos como el aborto forzado, la
esterilización forzosa de mujeres y hombres, o la determinación del sexo
del feto a efectos de selección prenatal o infanticidio, en particular
cuando estas acciones establezcan sus prioridades con respecto a la
presión psicológica, social, económica o jurídica.
Esperemos que esto no quede en papel mojado, y que los distintos Estados reformen sus legislaciones, de acuerdo con estas directrices. Mientras las clínicas de reproducción asistida realicen diagnóstico preimplantatorio y selección embrionaria todo quedará en un buen deseo genérico, pero carente de utilidad práctica.