Escribe Xavier Antich, en La Vanguardia:
La noche de Reyes fue trágica para Ibrahim Sissé. Era un muchacho de 21 años, nacido en Guinea Conakry. Había sido detenido por la policía el 5 de diciembre pasado, cuando intentaba saltar la valla de Melilla que marca la frontera entre Marruecos y España, entre África y Europa. Más de dos semanas después, tras pasar a disposición judicial, fue trasladado a la Península para su expulsión y retenido, mientras tanto, en el centro de internamiento de extranjeros (CIE) de la Zona Franca, en Barcelona. Era el día de San Honorato, y los niños de San Ildefonso cantaban premios. La vigilia de Reyes, pasada la medianoche, en la celda junto a otros cinco subsaharianos, se encontró mal, al parecer debido a dificultades respiratorias. De nada sirvió, cuando llegó, demasiado tarde, la asistencia sanitaria: ya estaba muerto. Muy recomendable leer el texto entero.
La desafortunda muerte de este joven ha servido para movilizar a la sociedad contra los CIEs, para que se hable de estos centros de internamiento y a las asociaciones ciudadanas se unan otros organismos como el Defensor del Pueblo y los medios de comunicación.
Vamos por el buen camino. A ver si entre todos somos capaces de cerrar, de una vez, los Centros de Internamiento de Extranjeros.