¡Qué nervios! ¡Qué emoción! Tengo tres uñas ‘requetemordidas’ y estoy histérica. Acabo de reservar el vuelo hacia el lugar donde ‘espero que me espere’ una nueva gran aventura.
Acabo de reservar el vuelo para mudarme en enero a Vietnam donde espero vivir los tres meses que me permita el visado que tengo que tramitar, para luego irme de viaje durante otra temporada por todos los países que pueda alrededor del Océano Pacífico. En total calculo que estaré unos 6 meses fuera de casa, lo que sería la temporada más larga de mi historia viajera lejos de casa.
Me gusta más reservar a última hora, porque como ya he comentado alguna vez, me pongo nerviosa con los preparativos de un nuevo destino, pero en este caso no podía, porque los vuelos no hacen más que subir así que ahora me queda un mes y medio de nervios, de mirar y remirar opciones y posibilidades y, si os digo la verdad, de incredulidad, algo que se me quitará en el mismo momento en que llegue en mi destino.
¿Y qué voy a hacer en Vietnam? Pues, como siempre, al tener mi trabajo desde casa y poder desarrollarlo en cualquier lugar, teniendo un ordenador y una conexión a Internet, pues aprovecharé para conocer un nuevo país, una cultura, algo de una nueva lengua y todo lo que uno puede aprender cuando está viviendo en un lugar desconocido. Como hablábamos ayer una amiga mía y yo, ambas amantes de los viajes (echad un vistazo a su blog Mividaenunavalija), cuando estoy en mi Asturias siento que casi sólo aprendo cuando leo, pero cuando me voy de viaje siento que es un constante aprendizaje.
Y además de esto, seré voluntaria en una ONG vietnamita que he contactado y donde tendré que enseñar inglés a niños. Me encanta la idea porque así será más fácil conocer a gente local desde el día uno que esté allí.
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