El denominador común del XXVII Congreso Argentino de Salud, realizado en el 18 de septiembre y organizado por la Asociación Civil de Actividades Médicas Integradas (ACAMI), fue la necesidad de un cambio estructural para que los actores que conforman el sistema de salud argentino puedan ejercer su labor de manera sostenible en el tiempo y que los pacientes reciban la atención adecuada. Desde la mirada del sector privado, se puso especial el foco en lo que denominaron “brecha” entre los costos y los ingresos. Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) como herramienta para quitar presión al sistema y ayudar a hacerlo más eficiente y sustentable también jugaron un rol destacado en los debates.
Ricardo Simes, presidente de ACAMI, marcó el tono de las charlas cuando dio la bienvenida al evento. Destacó la necesidad de encontrar una solución al Plan Médico Obligatorio (PMO) que, según él, “requiere abrir las opciones de la oferta y especificarse las prácticas no esenciales como de pago voluntario”; remarcó que “toda salida que ensayemos deberá evitar los subsidios”, exhortó a que “la salud encuentre su oferta adecuada”, dijo que el resultado concreto de la emergencia sanitaria que nació en 2002 como respuesta a la crisis, es que 22 años después de este régimen de excepción “el valor de las cargas sociales ha sido detraído del precio del servicio”; pidió una moratoria para el 75% de las empresas de salud que, aseguró, tienen deuda con el fisco con una puerta de entrada menor al 25% del total que rige actualmente; insistió en la creación de la Agencia Nacional de Evaluación de Tecnologías en Salud “como herramienta de los jueces para fallar más adecuadamente ante los amparos” y celebró la sanción de la Ley Bases porque, entre otras cosas, “da alivio a los juicios laborales”.
Fernando Werlen, director de Sancor Salud, siguió la línea de Simes y dijo que “el PMO es un piso, tiene que estar actualizada y muchos prestadores del interior imponen sus nomencladores, pero si eso no tiene un análisis sobre costo-eficiencia seguramente termina siendo un inconveniente”.
También Marcelo Mancini, director de Omint, propuso reestructurar el PMO, permitiendo ofrecer planes parciales y coberturas segmentadas; Enrique Camerlinckx, director General del Sanatorio Mater Dei, habló de la necesidad de “redefinir el PMO”; y Gabriel Oriolo, titular de la Superintendencia de Servicios de Salud, recogió el guante y aseguró que revisarán el PMO.
Las TICs aplicadas a la salud también tomaron protagonismo en las disertaciones como herramientas clave para avanzar en soluciones de eficiencia de costos y mejorar el acceso a la salud para las personas.Werlen de Sancor Salud resaltó la falta de profesionales médicos en el interior del país y dijo que “la telemedicina es importante para dar solución a este tipo de problemáticas”. Mientras que Mancini de Omint puso expresó que “el eje central del futuro de la industria de la salud es la promoción de la salud y la prevención de enfermedades impulsadas por las tecnologías”. La Inteligencia Artificial no estuvo ausente del debate y fue abordada por el médico Enrique Díaz Canton, médico y profesor Titular de inteligencia Artificial en medicina; y por Guillermo Schor-Landman, abogado especializado en derecho de las telecomunicaciones y académico.
Fuente: Salud en Línea