El rosa apagado o empolvado o tirando a salmón claro… como lo queráis definir :) es un color perfecto para esta estación del año, con él conseguimos un toque femenino y romántico en la decoración de nuestros hogares nórdicos.
Este tono de rosa sirve además para darle un toque natural al ambiente, ya que nos recuerda mucho a esos colores arena y madera clara, tan presentes en las decoraciones minimalistas nórdicas.
No todos los rosas son iguales, el tono que le aporte un color secundario lo convierte en un color más vivo o más apagado. Los rosas vivos tipo fucsia o rosa chicle son ideales para revitalizar un espacio o para conseguir ese contraste fuerte y atrevido con algún accesorio.
Los rosas más apagados ayudan a calmar un ambiente a hacerlo más recogido y sereno, estos son, el rosa palo, el rosa viejo, el rosa color carne o el rosa empolvado.
Como con todos los colores, la clave del equilibrio de una decoración está en la cantidad de ese color, si nos pasamos la habitación será ’empalagosa’, pero si no ponemos lo suficiente pasará totalmente desapercibido.
Daos una vuelta por este apartamento sueco, en todas las habitaciones hay elementos de color rosa, con esa tonalidad rosa viejo, más claros, más fuertes, con algún estampado y con texturas diferentes, parece que este color sea el hilo conductor de los contrastes en toda la vivienda.
Son detalles en su mayoría textiles, lo que aumenta esa sensación de calidez y femineidad a la decoración ¿lo percibís? ¿qué os parece este color? es femenino pero no se pasa a cursi ¿verdad? a nosotros nos encanta!! ¡Feliz martes!
Vía: Bjurfors