Revista Deportes
Una carrera loca, el GP de Brasil de 2003 se convirtió en una de esas carreras que quedan en la retina de los aficionados por mucho tiempo. Como es habitual el circuito de Interlagos se vio inundado por la lluvia y durante toda la carrera los choques y trompos fueron constantes. Uno de estos accidentes lo sufrió el Jaguar de Webber y dejo la recta de meta impracticable, Fernando Alonso que venía de tras se comió los restos de dicho siniestro y sufrió un accidente aún peor. A pesar de no sufrir apenas daño los médicos decidieron tratarle con sumo cuidado y Alonso salió del circuito en camilla inmovilizado con el pulgar hacia arriba en señal de que todo iba bien. Inmediatamente la carrera fue suspendida y Fernando Alonso logró la 3ª plaza quedando vacío el tercer cajón del podio. Lo que quizás fue más increible fue ver a Giancarlo Fisichella con un Jordan ganar aquel GP de Brasil y subir a lo más alto del circuito de Interlagos. Un Gran Premio histórico.