Los ahogamientos representan un considerable número de las muertes accidentales de niños. La mayoría en agua dulce y en piscinas privadas. En las zonas turísticas, principalmente visitantes extranjeros no familiarizados con la existencia de pìscinas y, muy a menudo en el primer día de vacaciones cuando aun no conocen bien su entorno y estan los padres aturdidos por el viaje, el calor y las novedades que les rodean.
La actual regulación de piscinas en establecimientos públicos exige la presencia de socorristas y es cierto que estos profesionales previenen accidentes y asisten accidentados. Pero siguen siendo los padres los principales responsables por descuido, distracción y exceso de confianza.
El vídeo enlazado es de RTVE de hace un par de años pero sirve para ilustrar esta terrible realidad que los pediatras estamos obligados a recordar cada nueva temporada estival.
X. Allue (Editor)