Revista Salud y Bienestar
No se sabe si es que hay cierta tendencia al 'snobismo' en los medicamentos o, lo más seguro, que se haga muy poco caso a los fármacos preventivos. Sea la razón que sea, lo que sí se conoce es que varios medicamentos de este tipo, que ayudan a luchar contra los problemas cardiovasculares, se están dejando de lado a nivel global, ¿sus características? Ser de bajo coste y capaces de reducir las enfermedades cardiovasculares en sólo unos pocos años.
Ésta es la conclusión que se ha presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en París (Francia) basándose en el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre este tipo de fármacos. Según los resultados, que también se publican en 'The Lancet', "el 60% de las personas con problemas de corazón y hasta la mitad de los pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares no ha tomado ningún tipo de medicamento preventivo eficaz", se señala en esta investigación.
Tras estudiar a cerca de 154.000 pacientes de varios países y condiciones socioeconómicas diferentes, los autores revelan que cuatro tipos de fármacos -los antiplaquetarios (principalmente la aspirina), los betabloqueantes, los inhibidores de la ECA y las estatinas- cuyos efectos podrían reducir en poco tiempo las enfermedades cardiovasculares son 'discriminados' por afectados y sistemas sanitarios a pesar de que actualmente, y de manera global, la enfermedad afecta a más de 100 millones de personas.
"Incluso los pacientes de países desarrollados no están recibiendo el mejor tratamiento de prevención secundaria [entre los que se incluyen a los citados fármacos], a pesar de que existe una gran cantidad de pautas de prevención o educación médica continua", explica el doctor Anthony Heagerty, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), en un comentario que acompaña a la investigación.
-Datos preocupantes
El 75% de las enfermedades de corazón y de los accidentes cerebrovasculares en el mundo ocurren en países en vías de desarrollo o de ingresos medios, zonas donde se ha observado que es muy minoritario el consumo de estos fármacos: "llegando, en los de más bajos ingresos, a menos de un 10% de pacientes que utilicen estos tratamientos", explican los autores tras estudiar 10 países de renta media y cuatro de ingresos bajos entre los que se encuentran la India o Pakistán.
Los autores han encontrado una mejoría significativa en los datos de los países con más poder adquisitivo, aunque todavía señalan que son insuficientes: "En estos casos, aproximadamente dos tercios de los pacientes tomaban antiagregantes plaquetarios o estatinas y, la mitad de los afectados, bloqueantes e inhibidores, pero siguen siendo datos bajos si se ve el efecto positivo que tienen", aseguran.
"Efectivamente, el uso de los tratamientos accesibles y baratos como la aspirina varió en siete veces entre los países con ingresos más altos y más bajos, llegando a una diferencia 20 veces mayor en cuanto al uso de estatinas", indica el doctor Heagerty.
Para explicar esta diferencia, este especialista señala a las políticas sanitarias de los países: "En estas zonas los problemas son más complejos y de enormes proporciones... Incluso en áreas donde el colesterol podrían ser más bajo que en Europa o EEUU, el uso de estatinas, que podría reducir la enfermedad arterial coronaria y el accidente cerebrovascular, es apenas conocido. Para evitar esto es imprescindible la formación de médicos y pacientes, algo que tiene que ser una prioridad para los gobiernos", comenta en su editorial.
Sin embargo, la conclusión más extendida es que todavía queda mucho por hacer a nivel global. "Las mejoras en la captación de estrategias eficaces de prevención secundaria son probablemente más factibles que las modificaciones en los estilos de vida y en la prevención primaria, algo que también sería deseable, por lo que sería necesario un mayor empuje por parte de todos los países", comenta este especialista.
**Publicado en "EL MUNDO"
Ésta es la conclusión que se ha presentado en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología celebrado en París (Francia) basándose en el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre este tipo de fármacos. Según los resultados, que también se publican en 'The Lancet', "el 60% de las personas con problemas de corazón y hasta la mitad de los pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares no ha tomado ningún tipo de medicamento preventivo eficaz", se señala en esta investigación.
Tras estudiar a cerca de 154.000 pacientes de varios países y condiciones socioeconómicas diferentes, los autores revelan que cuatro tipos de fármacos -los antiplaquetarios (principalmente la aspirina), los betabloqueantes, los inhibidores de la ECA y las estatinas- cuyos efectos podrían reducir en poco tiempo las enfermedades cardiovasculares son 'discriminados' por afectados y sistemas sanitarios a pesar de que actualmente, y de manera global, la enfermedad afecta a más de 100 millones de personas.
"Incluso los pacientes de países desarrollados no están recibiendo el mejor tratamiento de prevención secundaria [entre los que se incluyen a los citados fármacos], a pesar de que existe una gran cantidad de pautas de prevención o educación médica continua", explica el doctor Anthony Heagerty, de la Universidad de Manchester (Reino Unido), en un comentario que acompaña a la investigación.
-Datos preocupantes
El 75% de las enfermedades de corazón y de los accidentes cerebrovasculares en el mundo ocurren en países en vías de desarrollo o de ingresos medios, zonas donde se ha observado que es muy minoritario el consumo de estos fármacos: "llegando, en los de más bajos ingresos, a menos de un 10% de pacientes que utilicen estos tratamientos", explican los autores tras estudiar 10 países de renta media y cuatro de ingresos bajos entre los que se encuentran la India o Pakistán.
Los autores han encontrado una mejoría significativa en los datos de los países con más poder adquisitivo, aunque todavía señalan que son insuficientes: "En estos casos, aproximadamente dos tercios de los pacientes tomaban antiagregantes plaquetarios o estatinas y, la mitad de los afectados, bloqueantes e inhibidores, pero siguen siendo datos bajos si se ve el efecto positivo que tienen", aseguran.
"Efectivamente, el uso de los tratamientos accesibles y baratos como la aspirina varió en siete veces entre los países con ingresos más altos y más bajos, llegando a una diferencia 20 veces mayor en cuanto al uso de estatinas", indica el doctor Heagerty.
Para explicar esta diferencia, este especialista señala a las políticas sanitarias de los países: "En estas zonas los problemas son más complejos y de enormes proporciones... Incluso en áreas donde el colesterol podrían ser más bajo que en Europa o EEUU, el uso de estatinas, que podría reducir la enfermedad arterial coronaria y el accidente cerebrovascular, es apenas conocido. Para evitar esto es imprescindible la formación de médicos y pacientes, algo que tiene que ser una prioridad para los gobiernos", comenta en su editorial.
Sin embargo, la conclusión más extendida es que todavía queda mucho por hacer a nivel global. "Las mejoras en la captación de estrategias eficaces de prevención secundaria son probablemente más factibles que las modificaciones en los estilos de vida y en la prevención primaria, algo que también sería deseable, por lo que sería necesario un mayor empuje por parte de todos los países", comenta este especialista.
**Publicado en "EL MUNDO"
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