Y entonces... Leonor Greyl llegó a mi vida. Durante este verano he tenido la oportunidad de probar algunos productos de la firma francesa Leonor Greyl, de los cuales te iré hablando poco a poco en el blog. Pero hoy el total protagonista es su preciado Aceite de Magnolia, en verdadero placer para los sentidos. Quédate y compruébalo tu misma... Si todavía no has escuchado hablar sobre Leonor Greyl, a grades rasgos puedo decirte que es una firma francesa que se fundó en 1968, la cual que se especializa en productos naturales para tratar el cabello. Cuenta con una variedad de productos bastante completa, donde los aceites sublimadores son sus productos estrella. Aunque su fuerte son los productos capilares, la firma también ha desarrollado una la línea para el cuidado corporal, a la cual precisamente pertenece el producto del cual te voy a hablar a continuación.
Aceite de Magnolia Una de sus principales características que lo hacen destacar y que no deje a nadie indiferente es el delicado perfume a flor de magnolia que desprende y el cual dura prácticamente todo el día.
Aunque es un poco difícil describir los aromas, te puedo decir que la flor de magnolia tiene un aroma cítrico con un ligero toque de vainilla. Se usa en infinidad de perfumes femeninos, así como en la disciplina de la aromaterapia para calmar el estrés y la ansiedad. Está formulado con aceites vegetales, ricos en caretonoides y pro-vitaminas A, los cuales contribuyen a mantener la hidratación en la piel y atenuar los efectos abrasadores que pueda general el sol en nuestra piel. Además gracias a sus propiedades hidratantes, este aceite ayuda a conservar nuestro bronceado por más tiempo. La piel está hidratada, suave, con un aspecto satinado y perfumada. Es un aceite que puede ser usado tanto en el rostro como en el cuerpo. Es bastante concentrado y con 5 pulverizaciones por zona es más que suficiente. Además se aplica muy fácil y rápidamente, cosa que agradezco ya que siempre voy con prisas. Dentro de sus formulación también encontramos aceite de jojoba y aceite de avellana. Y hay que destacar que NO CONTIENE: siliconas, parabenos, coaltar, sodio laureth sulfate, por lo que a mi personalmente me genera mucho confianza aplicarlo en mi piel. Hablemos del Packaging: El aceite viene en una botella de cristal transparente, a través del cual podemos controlar la cantidad de producto que hay y con un atomizador que facilita mucho su aplicación. Ficha técnica del producto: ♦ Cantidad: 90 ml♦ Precio: 31,20€♦ Caducidad: 6 meses♦ Dónde Comprar: en la tienda on-line de Leonor Greyl
En cuanto a mi experiencia...
Ha sido y está siendo muy gratificante aplicar este aceite en la piel. La deja hidratada y flexible, pero sin ninguna sensación grasa, ni pringosa. Y en cuanto a su perfume a magnolia, doy fe de que su aroma se mantiene en la piel durante todo el día, sin ser excesivo ni agobiante.
Aunque este verano he vuelto a tomar un poco el sol, al ser tan blanca, no he cogido un bronceado demasiado marcado por lo que será un poco difícil comprobar si este aceite prolonga el bronceado gracias a sus caretonoides y vitaminas. Sin embargo, incluir este producto en mi rutina del cuidado corporal es una verdadera gozada. Tengo la sensación de que comienzo mejor el día, pues la magnolia me relaja y es como hacer un poco de "aromaterapia".
No lo he aplicado en la piel del rostro aún, pues en verano suelo tener la piel bastante bien y no tan reseca como cuando llega el frío por lo que no necesito tanta hidratación. No descarto probarlo en invierno, siempre y cuando me quede producto, pues lo estoy aplicando muy a menudo, alternándolo con otros productos corporales.
Para que te hagas una mejor idea, cuando tuve el aceite de magnolia en mis manos por primera vez, la forma de su frasco e incluso su perfume me recordó un poco al Huile Prodigieuse de Nuxe, pero cuando probé su textura y lo apliqué sobre la piel, comprobé que no se parecen en nada, ya que para empezar este de Leonor Greyl tiene una consistencia más densa que el de Nuxe que es un poco más líquido. Lo que sí tienen en común es que ambos contienen aceite de avellana en su formulación. Por lo demás los dos son aceites sí, pero con unas funciones muy diferentes.
Finalmente decirte que si tienes la oportunidad de probar el Huile de Magnolia de Leonor Greyl, te aseguro que valdrá mucho la pena, pues el producto es maravilloso y sin duda, es una verdadera joya de tocador.
¿Habías escuchado hablar de los productos de Leonor Greyl? ¿Qué te ha parecido su Aceite de Magnolia? ¿Eres aficionada a los aceites corporales?
Espero que el post de hoy te haya gustado y que hayas disfrutado con él. Gracias por tu visita y por dedicar unos minutos de comentar. ¡Te deseo una excelente semana!
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