Revista Ciencia
Melisa (Melissa Officinalis)
La melisa es la planta favorita de las abejas, estos insectos en la antigüedad eran considerados animales sagrados, y su miel era ofrecida a los dioses. Siempre se ha considerado una planta capaz de aliviar el bajo estado de ánimo y devolver el amor por la vida. La melisa también se conoce con el nombre de Toronjil.
Descripción:
Es una planta perenne que crece hasta 90 cm, de la familia de las Labiadas. El tallo es erecto, cuadrangular, ramificado y con pocos pelos. Las hojas son pecioladas, ovada o romboidal. Flores color blanco rosado o azul, reunidas en racimos. Fruto cápsula, situado al fondo del cáliz. Toda la planta exhala un penetrante olor a limón.
Historia:
Su nombre, en griego significa abeja de miel, ya que atrae las abejas por su aroma tan exquisito a limón. Los árabes, en el siglo x, consideraban la melisa como la planta del corazón, tanto en sentido estricto (se utilizaba contra cualquier alteración cardíaca y para regular el latido), como en el sentido metafórico (se recomendaba para reponerse del mal de amores, de la tristeza, de los desánimos, etc.).
Origen:
Es una planta propia de Europa, Asia Central y Norte América, recibiendo a veces la denominación de Bálsamo de Limón. Perfectamente adaptada al continente americano, aparece por los caminos, junto a los huertos y riachuelos, procedente de cultivos abandonados.
Extracción:
Cerca de 160 kilos de plantas se necesitan para lograr 10 ml. de aceite esencial, de allí su alto precio. Se utilizan las sumidades floridas (extremos de los tallos que contienen flores y hojas), que deben cortarse antes de que eclosionen los capullos, pues al florecer se pierden las sustancias activas, y puesto que la melisa las posee en bajas cantidades, deben aprovecharse al máximo.