La amenaza de la gonorrea, junto con otras enfermedades de transmisión sexual como la sífilis y la clamidia, está aumentando en todo el mundo. Los casos alcanzaron un récord en Inglaterra el año pasado y en los EE. UU., la tasa de infecciones reportadas se duplicó con creces entre 2009 y 2021.
La vacuna experimental contra la gonorrea de GSK Plc obtuvo la designación de los reguladores de EE. UU, posicionándose para convertirse en la primera vacuna preventiva para una infección común, a menudo no detectada, que se está volviendo resistente al tratamiento.
El estado de la Administración de Drogas y Alimentos piensa que el medicamento sea elegible para un proceso de aprobación, si un ensayo en curso que finaliza en 2026 muestra que es efectivo.
Si bien los antibióticos más antiguos como la penicilina alguna vez fueron efectivos, según la Organización Mundial de la Salud, todas las cepas de gonorrea ahora son inmunes a uno o más de los medicamentos estándar. La ceftriaxona, por su parte, debe tomarse mediante inyección, y sus días pueden estar contados.
Aunque GSK todavía está esperando datos sobre si su vacuna funciona, hay razones para creer que puede ser efectiva. La compañía ya tiene vacunas para la meningitis, una enfermedad causada por una cepa de bacteria relacionada, y algunos estudios han encontrado que estas inyecciones ofrecen una medida de protección contra la gonorrea.