Revista Cocina

Acerca de la violencia en un movimiento por la paz

Por Luistovar

Acerca de la violencia en un movimiento por la paz
                         
Desde mi experiencia, en los años que llevo haciendo activismo por la promoción del veganismo, he llegado a la conclusión de que uno de los mayores problemas que enfrenta el “movimiento” (si no el mayor) es la falta de coherencia entre lo que debieran ser los principios de la filosofía de los derechos animales y la práctica de tales principios en el activismo.
Los principios básicos de los que hablo son simples y son los siguientes:
- La capacidad de sentir - –la sintiencia - es el único criterio válido para determinar la inclusión de un individuo en la esfera de la moralidad.
- Los animales que poseen la capacidad de sentir –son sintientes, por lo tanto deben ser considerados como pacientes morales, es decir, como éticamente relevantes.
Estos principios parecen simples pero las implicancias que tienen sobre la forma en que debiéramos ver el mundo parece que pasan desapercibidas para la mayoría.
Si de hecho los animales son sintientes y esto quiere decir que merecen ser aceptados como individuos con valor inherente y si de hecho el ser humano es sintiente, entonces eso quiere decir que el ser humano también posee valor inherente y que no ha de ser tratado como un recurso, una cosa, una mercancía o, en última instancia, un simple medio para un fin. 
Que un ser tenga valor intrínseco viene a significar que es un fin en sí mismo y que nadie –ningún humano- puede pasar a llevar ese valor para forzar sobre él otro valor de tipo utilitario. En otras palabras, cuando yo esclavizo a una vaca para violarla y así embarazarla a la fuerza, le quito a su hijo para llevarlo al matadero y luego robo la leche que su cuerpo produjo para ese hijo que le arrebaté, entonces estoy haciendo a un lado el valor intrínseco tanto de aquella vaca como de su hijo para imponer tan sólo el valor utilitario que implica lucrarme con ellos (o en última instancia, el valor utilitario de mi paladar disfrutando con el sabor de sus cuerpos o secreciones).
Si aceptamos que está mal hacer lo anterior, entonces igualmente debe estar mal ignorar el valor inherente de un ser humano para tratarlo sólo como un medio para un fin.
Cuando un activista agrede a otro ser humano (aunque sólo sea verbalmente) está viéndolo sólo como un recurso. Puede que este recurso-humano sea usado como un medio para hacer catarsis, una actitud bastante extendida en el movimiento aunque la mayoría de los activistas no lo reconozca así. No obstante, el gran problema es que estas actitudes violentas, agresivas, son casi siempre hechas “en nombre de los animales”. Entonces, cuando haces algo “en nombre de los animales ("por los animales")” parece que todo es válido y posible. Puedes insultar a alguien, amenazarle, golpearle, o destruir su propiedad privada y dado que lo has hecho por los animales” no hay activista en el mundo que pueda decirte algo o será tachado de “traidor a la causa”, o tal vez de “burgués” o “divisionista”.
El asunto es que las personas que adoptan estas actitudes de agresividad en contra de otros humanos, típicamente caracterizados como “explotadores de animales”, no atinan a reconocer diversas incoherencias en su pensamiento. A saber:
- Si eres violento con otro humano “en nombre de los animales” estás precisamente viendo al humano como un medio para un fin, siendo este fin la supuesta “liberación animal”. En este sentido, “por los animales” todo vale y cuando dejas atrás la consideración por los así llamados “explotadores de animales” ya no es posible ponerle límites a lo que un activista puede hacer. La justicia no puede ser justicia-a-medias o deja de ser justicia.
- Los así llamados “explotadores de animales” no son sólo los carniceros, los vivisectores o los dueños de las empresas de la industria animal sino que además lo son todos aquellos que consciente o inconscientemente participan de la explotación de los demás animales para su beneficio o satisfacción. Si nuestra madre (o nuestro padre) se rehúsa a ser vegana entonces claramente es una “explotadora de animales”. Y si pensamos que es aceptable insultar, amenazar o dañar la propiedad de los “explotadores” entonces debemos insultar, amenazar o destruir la casa de nuestra madre (la misma casa donde probablemente muchos activistas aún viven). Si no lo hacemos es porque sentimos un apego especial por tu madre (a diferencia de con el vivisector) que nos impide hacerle daño. Pero la justicia no puede estar basada en el apego emocional que yo tenga con un individuo en especial, porque entonces deja de ser justicia. O es para todos o no es justicia.
- El veganismo es, al fin y al cabo, una llamada por la paz. Dado que los principios de los derechos animales nos dicen que ningún animal es una propiedad y que cada uno debe ser libre para vivir su propia vida (y no la mercancía de otro) entonces estamos diciendo que la violencia es injustificada. Si la violencia se justifica bajo algún medio entonces existiría una potencial razón para explotar a otros animales. Pero ésta no existe. El veganismo dice firme y férreamente que la violencia contra otro ser sintiente es siempre injustificada y que ésta debe acabar.
- Hacer una diferencia entre humanos y no-humanos, como si los derechos animales se aplicaran sólo a los segundos, es una actitud especista, quiera o no quiera aceptarse. El humano es un animal e indudablemente merece estar incluido dentro de los derechos animales. De no estarlo, entonces no estaríamos destruyendo la jerarquía sino simplemente reacomodándola. Es más, los tipificados como “explotadores de animales” quedarían abajo en la nueva jerarquía mientras que los “activistas por los animales” quedarían arriba, obviamente, resguardando el status quo. Esto es evidentemente indeseable (además de imposible en la actualidad) e incoherente con los principios que supuestamente hemos de tener.
Se vuelve evidente cuando profundizamos un poco en los discursos y argumentos de muchos activistas que validan la violencia contra otros humanos “en nombre de la liberación animal” que debajo se esconden la ira, la frustración y la impotencia por saberse limitados ante una empresa tan grande como es expandir la conciencia vegana. Pero no debemos dejarnos llevar por estos sentimientos,( ni por la misantropía), porque al hacerlo estamos nuevamente viendo a los demás animales como un medio para un fin, el cual es descargar nuestras emociones, hacer catarsis, sentirnos bien con nosotros mismos, por ser “"héroes de la Tierra"”, "“luchadores por la libertad”", y otras denominaciones que nada tienen de humildes.
Aunque aceptando que no existe realmente “un” único movimiento. (Pues no todas las organizaciones ni todo el activismo promueven lo mismo, es decir, no todos promueven la igualdad entre todos los animales, la ética de derechos, ni la adopción del veganismo como base para tal activismo.) Es la construcción de este movimiento en lo que debemos enfocarnos porque la industria de la explotación animal no se va a terminar mañana, lo que queramos o no, sea lo que sea que hagamos.
Si mi motivación, es puramente emocional y lo que pretendo es librarme de la rabia que albergo en contra de los infames “explotadores de animales”, aunque yo no lo reconozca o lo sepa, cuando me encamino rumbo al laboratorio de vivisección o a la granja de visones entonces lamentablemente estoy cayendo en la misma dinámica de la mercantilización animal. Estoy actuando no muy diferente de aquellos contra los que afirmo estar en contra. Estoy tratando a los demás animales como un medio para el fin de desahogar mi angustia. Estoy, finalmente, olvidando completamente a los demás animales y actuando egoístamente.
Lo mismo ocurre cuando los activistas que se dedican a la denominada "acción directa" se dedican a liberar animales esclavizados sin preocuparse por los mismos animales que liberan ni por las consecuencias directas para otros animales inocentes que dichas liberaciones puedan tener. Un análisis sobre este caso en concreto lo expuse en la nota titulada Liberaciones de visones. Y otros animales.
Por otro lado, incluso si tuviéramos un ejército de activistas no sería suficiente para derrocar la jerarquía humana sobre otros animales, destruir todas las industrias de explotación animal y además mantener ese orden a lo largo del tiempo. Y no sería deseable. No debemos reordenar los bloques de la pirámide, debemos desarmarla. Los veganos no somos especiales, no somos los protectores o los guardianes de los demás animales. Simplemente somos lo que la norma debiera ser. Somos personas comunes y corrientes que un día tomamos consciencia sobre la violencia y esclavitud a la que son sometidos los demás animales en la sociedad actual y decidimos que aquello estaba mal, que debía cambiar. Nosotros lo hicimos, muchos más podrán. Debemos educarlos, no hacerlos desaparecer.
El sentimiento de urgencia es entendible. Siendo conscientes de la enorme cantidad de animales que sufre a cada segundo, sentimos a menudo que deberíamos hacer algo de inmediato. Y ciertamente podemos hacerlo, pero no a través de la ira, la frustración o la violencia. Es mejor que aceptes algo de inmediato: para los animales que sufren hoy, llegaste muy tarde. Así como para los que murieron hace diez años atrás o para los que morirán mañana, naciste demasiado tarde. Para ellos no existe la enaltecida “liberación animal”, no mientras permanezcan bajo el “cuidado” (léase dependencia) de un ser humano. Ellos siempre serán esclavos, aunque los trates bien.
Pero efectivamente, a pesar de esto, hay algo que podemos hacer para cambiar la situación. Dejar de traer esclavos al mundo y no apoyar la explotación animal.
Primero que todo, revisemos cuales son nuestros principios. Ningún animal debe ser nuestra propiedad, los demás animales deben ser libres dueños de sus propias vidas. No los tratemos como meros recursos entonces, ya sean humanos o no.
Segundo, centremos nuestros esfuerzos en educar sobre veganismo. El veganismo no es sólo una fantasía que se dará en un mundo utópico y en un futuro lejano. El veganismo existe en el ahora. Cada vegano salva decenas de animales cada año. Cada vegano crea una estela de difusión del veganismo alrededor de quienes lo conocen. Esto es muy importante. La educación vegana es a la vez lo único efectivo que podemos hacer tanto para salvar a otros animales como para construir un movimiento sólido que finalmente acabe con la explotación animal absolutamente.
Nuestro tiempo y nuestros recursos son limitados. No podemos hacerlo todo y no todo es eficiente ni coherente con los principios de los derechos animales. Debemos escoger, por lo tanto, lo más eficiente: educación vegana. Frecuentemente, los activistas que validan la violencia “por la liberación animal” argüirán que “la educación no es suficiente”, que “no basta” o incluso que “no sirve”. Este argumento se cae por sí mismo visto que ellos y nosotros cambiamos por educación. Nadie nos está apuntando a la sien con un arma para que no comamos productos animales. Nosotros fuimos educados. El resto también puede serlo. Pero hay que hacerlo. Inevitablemente cuando eliges hacer otra cosa, estás escogiendo no hacer educación vegana.
Los demás animales no tiene voz audible a oídos humanos. Ellos no pueden luchar por sus derechos y dependen de nosotros para que lo hagamos. La opinión pública lo es todo para ellos. Si la gente nos oye predicar no-violencia mientras practicamos la violencia, ¿qué pensarán? Nos desestimarán y con nosotros al veganismo. Un movimiento por la paz debe no sólo predicarla, sino que debe vivirla.
Es ciertamente desafortunado que haya tantos activistas que no comprendan que el veganismo y los derechos animales son ante todo una ética de no-violencia, y se comporten a veces de una manera tan claramente inapropiada. Desearía sinceramente que recapaciten, como yo mismo hice aprendiendo de mis errores en el pasado.
                      "Debemos ser la luz que queremos ver, no la oscuridad que queremos dejar atrás."
                                                                                                      Mohandas Ghandi
------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Otros artículos relacionados:
- Medios y fines
- Un comentario acerca de la violencia
- La noviolencia como filosofía y como estrategia

Volver a la Portada de Logo Paperblog