Revista Comunicación

Acercando el empleo a los jóvenes II: Andrés Aberasturi

Publicado el 01 diciembre 2011 por Beagonpoz @beagonpoz


Acercando el empleo a los jóvenes II: Andrés Aberasturi
Continuamos con la crónica de las jornadas sobre empleo, y pasamos al turno de Andrés Aberasturi (@AndresAberas), periodista de larga trayectoria profesional que ha trabajado en todos los medios de comunicación: prensa, radio y televisión. Ha iniciado su charla comentando que a él el mundo laboral le ha tratado fatal y que por eso tiene tanta experiencia profesional, porque duraba muy poco en los trabajos, pero nunca dijo que no a nada. Esta idea me parece muy importante porque a veces rechazamos oportunidades, cursos, etc. porque pensamos que no tienen ninguna utilidad. Yo pienso que todo tiene la utilidad que queramos darle. Pensemos en el caso de Steve Jobs que hemos comentado en otras ocasiones. Si no hubiera dejado la universidad y se hubiera interesado por la caligrafía, hoy no tendríamos tipos de letra en nuestros ordenadores. Algo que aparentemente no tenía ninguna relación con él y ninguna utilidad en la vida diaria, sirvió para mejorar la vida de todo el mundo. Las experiencias que vivimos a lo largo de nuestra existencia son puntos inconexos que en un momento determinado se unen, dándole sentido a la vida. Después de esta pequeña introducción, Aberasturi comenzó su exposición basada en 7 puntos. El primero de ellos es que hay que odiar los refranes. Si nos ponemos a pensar, uno nos dice que “no por mucho madrugar amanece más temprano” y otro que “a quien madruga, dios le ayuda”, ¿en qué quedamos? La conclusión es que sigamos nuestros propios instintos y que actuemos como mejor creamos que podemos hacerlo en cada momento. El segundo punto es la Teoría de la botella medio llena. Aberasturi nos ha aconsejado que si hacemos del pesimismo el motor de nuestra vida, no vamos a llegar a ningún sitio. Si pensamos que no vamos a encontrar trabajo, que la cosa está muy mal, que nunca vamos a salir de la crisis, probablemente nos sintamos todavía peor. Si nos enfrentamos a una mala situación, ¿por qué empeorarla? Hay que intentar salir adelante y ver el lado positivo. Continuamos con la tercera teoría que es la de la autoayuda. Todos los libros de autoayuda nos dicen que tenemos que tener un proyecto vital y Aberasturi ha asegurado que los proyectos vitales son inútiles. La vida por sí mismo nos moverá y enseñará. También nos ha dicho que si tenemos un proyecto vital, nos acostemos y esperemos a que se vaya. Tenemos que darle un sentido a la realidad en la que vivimos. Nuestra historia es un folio en blanco y solo nosotros tenemos el bolígrafo para escribirla. Aberasturi ha dicho que él ya sólo puede cambiar su pasado en la Wikipedia, pero nosotros tenemos todo el futuro por delante. En relación con lo que afirmaba Valcárcel, Andrés ha mencionado que no nos han educado para arriesgarnos, que nos han educado para trabajar, y “Riesgo” es la palabra de nuestra generación. Acercando el empleo a los jóvenes II: Andrés Aberasturi El cuarto punto que ha planteado Aberasturi es el de la señorita de Avón. Nos ha dicho que tenemos que aprender a comunicar, aprender a contar historias. De hecho, la comunicación es algo que debería aprenderse en todas las facultades, porque es una herramienta que se utiliza todos los días. Hay personas magníficas en su trabajo, arquitectos que crean verdaderas obras de arte y que cuando alguien les entrevista, lo estropean, después de escucharle ya ni siquiera te sigue gustando el edificio. Pierde la magia. Hay que aprender a hablar, a que te den con la puerta en las narices, a que te rechacen, pero también hay que saber venderse. Muchas veces parece que nos da miedo reconocer nuestra valía o algo en lo que somos buenos. Con esa actitud nadie te va a dar un trabajo. Hay que ser consciente de lo que se posee y lo que no se posee, conseguirlo o compensarlo con algo mejor que tengamos. La teoría del dilema sobre una rima de Bécquer es el quinto punto y guarda relación con nuestra formación. En las carreras nos suelen enseñar mucha teoría, aprendemos historia de todo tipo, psicología, poesía, qué sé yo, y a la hora de la verdad no sabemos cómo hacer aquello para lo que se supone que hemos estudiado. Si a un periodista no le enseñan cómo redactar una nota de prensa, la historia que sepa o los datos que tenga de la vida de Blanco White, no le van a servir a la hora de trabajar. En Alemania, primero se estudia Formación Profesional y luego se hace la carrera. Sabemos la teoría pero no la práctica. Y si sabemos hacer algo, ¿por qué no lo explotamos? Aberasturi ha bromeado diciendo que si eres médico puedes poner inyecciones a domicilio, pero HAZ ALGO. Mientras haya algo que hacer, ¿por qué no hacerlo?
La siguiente teoría es la de las vicetiples. Andrés ponía el ejemplo de un teatro. Si la primera vedet se rompe una pierna y no puede hacer la obra, la segunda tiene que ir al médico y la tercera tiene a su hijo enfermo y preguntan quién se sabe la obra, nosotros tenemos que levantar la mano. Si no te sabes la obra, nunca saldrás a escena. Esto quiere decir que hay que estar atento a todo y hay que prepararse porque en cualquier momento puede llegar el papel de nuestra vida y, ¿quién sabe? Quizás lo hacemos mejor que la primera vedet y conseguimos tener un espectáculo propio. Pero una vez que sustituimos a la vedet, no nos debemos quedar ahí, hay que seguir intentando escalar, seguir formándonos y no bajar la guardia. Por último, tenemos la teoría  de la muy manida pompa de jabón. Como sabemos, las pompas de jabón son efímeras al igual que el éxito que, en palabras de Aberasturi. es una “gilipollez”. No debemos confundir el éxito personal con la popularidad y nuestro objetivo no debe ser convertirnos en personas populares. Debemos contentarnos con llegar cada día a casa y poder mirarnos en el espejo, sentir que no hemos hecho nada que no queríamos hacer. Probablemente no consigamos todo que lo queramos, pero nunca podremos decir que somos lo que no queríamos ser. No hay que querer ser Ferrá Adriá, porque para eso ya está él. Cerca del Bulli hay un restaurante que vende menús a 8€ y tiene muchísima clientela. El dueño del negocio no es Ferrá Adriá, pero tampoco quiere serlo. Hace lo que le gusta.

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