Nuestras últimas semanas en Indonesia fueron de mucho movimiento. Ir a los sitios que Luisfer no conocía, tomar fotos, comprar regalos, almuerzos y cenas con amigos que querían despedirse, disfrutar de los arrozales, comer muchísimo, probar todas esas comidas raras que nos inspiraban desconfianza, intercambiar archivos con los otros darmasiswas, meter un año y medio de cosas en una maleta, alquilar nuestra casita, regalar lo que pudiera servirle a otros más que a nosotros, botar todo lo que guardamos creyendo que le encontraríamos algún uso y además de todo eso, pensar que tendríamos que separarnos por un tiempo para seguir con nuestros planes a futuro juntos. Indonesia se volvió tan grande e inalcanzable en esos últimos días, sólo pedíamos una semana más, un día más, pero nuestros pasajes no nos lo permitían. Nos quedó por aprender muchísimo, nos faltó aprender una danza completa, trabajar con cuero, comer más cosas raras, visitar Toraja y Sumatra, seguir tallando madera, tomas más fotos, grabar más vídeos, sentir más temblores, escuchar más rezos, sacarle la chicha a la moto, aprender más palabras, hacer más presentaciones, ir a Kalimantan, terminar las clases de surf, pintar batik, aprender más recetas de cocina, ver el Ramayana, y mejor paro de contar, porque no terminaría nunca.Pensamos que algún día regresaremos, y que todo eso y más nos estará esperando, nuestros amigos, vecinos, y que por ahora hay nuevos planes tan fascinantes que no nos quitan la ilusión de volver al sudeste asiático. Les dejo unas foticos de los últimos días para que las disfruten.Me disculpo por la lejanía, pero volver implica muy poco tiempo para escribir. Pero aquí estoy para los que me siguen leyendo.
Revista América Latina
Como muchas de las personas que leen este blog saben, he vuelto a Venezuela, y es esta la razón por la cual he dejado de contarles sobre Indonesia, ganas no me faltan para continuar con todos estos relatos, pero tiempo sí. Trataré de contarles de manera resumida las vueltas que ha dado mi vida en este tiempo. Luisfer y yo tomamos la decisión de dejar Indonesia en diciembre. Yo compraría mi pasaje de regreso a Venezuela y él iría a Miami por un tiempo. No fue fácil tener que pensar que nos iríamos de un lugar que nos enseñó tanto y que nunca olvidaremos por convertirnos en partners in crime.