¿Cuántos de vosotros ha oído hablar sobre la acerola? A pesar de que no es muy habitual encontrar esta pequeña baya de color rojo brillante en el mercado, la acerola es conocida y muy utilizada como “súper alimento” rico en antioxidantes (bioflavonoides) y excelente fuente natural de vitamina C (alimento más rico en Vitamina C que existe en la naturaleza).
La carencia de esta vitamina puede acarrear una sensación de fatiga y un sentimiento de tristeza, a veces acrecentado con la llegada del frío y el cambio de temperaturas.
Cuando estamos estresados nuestro cuerpo utiliza más rápido las reservas de esta vitamina. En el caso de deportistas o personas sometidas a estrés, los datos son más concluyentes: En cinco ensayos con 598 participantes expuestos a períodos cortos de estrés físico extremo (incluidos corredores de maratón y esquiadores), la vitamina C redujo a la mitad el riesgo de resfriado común.
Por otra parte, la vitamina C contribuye a la normal formación del colágeno para el funcionamiento del cartílago, ayudando a reforzar las articulaciones (ideal para deportistas y personas expuestas a un desgaste físico muy elevado).
Si no encontráis acerola fresca (no es habitual topar con ella en el mercado) podéis recurrir a los suplementos nutricionales a base de esta baya. Pero siempre teniendo en cuenta de leer la letra pequeña de los ingredientes del producto que vayáis a comprar. ¡Qué no os la den con queso! (Es un decir…)
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