Revista Economía

¡¡achtung, merkel!!

Publicado el 25 septiembre 2013 por Torrens

Como era de esperar Frau Merkel ha ganado las elecciones en Alemania con una victoria todavía más contundente de lo que se preveía y una vez más demasiados periodistas han demostrado que les puede más la corriente del rio de la información que su habilidad  profesional y han cantado todo tipo de alabanzas a la Frau.

En notas anteriores he dicho varias veces que si fuese alemán muy probablemente votaría a CDU, los democristianos de Frau Merkel, pero no lo soy, y como ciudadano del sur de Europa me preocupa que haya ganado con tanta claridad.

Si fuese alemán votaría por ella no solo por la tasa de paro del 7% que ha disminuido incluso en plena crisis, aunque sea a costa de sueldos muy bajos, pero está claro, y es una lástima que nuestros sindicatos todavía no lo hayan descubierto,  que lo que los ciudadanos quieren es encontrar empleo aunque sea por un sueldo que está lejos de aquel al que aspiran, votaría Merkel además porque el país funciona, y funciona bien, hasta el extremo que lleva años con un nivel de precios prácticamente invariable, lo que ha hecho posible que con un sueldo de 800 Euros, más frecuente de lo que parece en Alemania, hoy día alcance para vivir mejor en Alemania que en España, entre muchas otras cosas porque las empresas de servicios públicos no estafan a particulares y empresas con el apoyo entusiasta del gobierno como ocurre en España, sino que ofrecen servicios de calidad a precios razonables y competitivos. La contención e incluso disminución de sueldos que en Alemania llevan años practicando, aceptada por unos sindicatos que, en contraste con los nuestros, están muy implicados en el buen funcionamiento de las empresas y del país, no solo les permite mantener y mejorar su competitividad, además, y sobre todo, permite que se mantengan los beneficios de las empresas y el nivel de inversión industrial, que los alemanes han tenido la inteligencia de mantener sea cual sea la intensidad del chaparrón que les ha caído encima, especialmente cuando el chaparrón solo lo recibían ellos a consecuencia de la reunificación.

Pero también tienen nubarrones en el horizonte, las exportaciones, que son el motor  que compensa el bajo consumo familiar, pueden llegar a ser su talón de Aquiles porque si por una razón externa, fuera de su control,  llegasen a caer, el milagro alemán se transformaría en catástrofe. Estas razones externas pueden venir por el lado de la competencia de países emergentes, que hasta ahora los alemanes han compensado apretándose el cinturón de los sueldos y salarios, pero siguiendo por este camino puede llegar un punto en que ya no queden más agujeros en el cinturón mientras los precios y sobre todo la calidad de la competencia emergente continúe mejorando. Está claro que por más que reduzcan costes no pueden competir con salarios de 200 Euros mensuales que, por ejemplo, son frecuentes en China. El desastre también puede venir por otras razones, alguna de ellas responsabilidad de Frau Merkel, porque las medidas que ella impuso a la U.E. reiniciaron la crisis y provocaron una segunda recesión europea más seria y profunda que la primera, que se ha contagiado a otras zonas, ha dificultado la incipiente recuperación de la economía en USA, y tanto en China como en la India ha provocado caídas graves aunque temporales de las exportaciones que hasta ahora han superado. De haberse producido un contagio serio en los países emergentes las exportaciones alemanas habrían caído en picado. Si antes de fin de año se confirman las expectativas de recuperación en Europa, esta situación se habrá superado, pero si como algunos expertos avisan, el nivel estratosférico de la deuda externa de muchos países, nivel que es un subproducto de la recesión Merkel, acaba matando toda posibilidad de recuperación, el desastre puede ser mayúsculo y probablemente esta vez Alemania sea de los que reciban más golpes.

Como ciudadano del sur de Europa la clara victoria de Frau Merkel me preocupa por varias razones:

En primer lugar, el mismo día de las elecciones en TV3 entrevistaron a su antiguo corresponsal en Berlín, Martí Anglada, ahora prejubilado, que conoce muy bien el país y a sus políticos porque lleva muchos años trabajando a caballo entre Berlín y Bruselas. El Sr. Anglada dijo varias cosas que me dejaron intrigado, pero que tenían bastante sentido. Frau Merkel tiene a la U.E. parada o congelada desde hace un año, precisamente en previsión de estas elecciones. Bloqueó todos los temas que a nivel económico podían tener incidencia sobre las elecciones, desde la Unión Bancaria a los Eurobonos pasando por la intervención del mercado de deuda. Anglada explicó que una de las características de Frau Merkel es la total imposibilidad de prever sus movimientos, es totalmente imprevisible, es inteligente y todas sus grandes jugadas son a largo plazo (quizás por esto cuando sus grandes errores causan desastres nadie se acuerda de que ella es la causante). Para Anglada es una inmensa incógnita lo que va a hacer ahora que ha aumentado todavía más su poder. Según él lo que es seguro es que algo va a hacer, y algo importante, que tanto podría ser el aplicar mayor flexibilidad como endurecer sus políticas, añadiendo algún elemento adicional de mucho calado. La apuesta de Anglada era por el endurecimiento y llegó a aventurar algo que hace tiempo que se debate y estudia en Alemania: la división de la Eurozona en un Euro fuerte y otro débil. Dios nos libre de estar en la zona débil del Euro con todo el tinglado manejado por Frau Merkel.

Otra razón para estar preocupado es que Frau Merkel es la principal responsable de las medidas que en vez de solucionar los problemas del sur europeo los han agravado mucho, y ahora, ganadas las elecciones, mandará todavía más sobre el grupo de inútiles de la U.E.. En la nota que colgué el 13 de septiembre pasado titulada “El Gobierno de los peores. Versión U.E.” daba los datos que permiten concluir sin mucho esfuerzo, y en base a la simple aritmética, que Grecia fue y es un inmenso error, que acabará en un agujero algo así como más del doble de grande que el que se pretendía tapar, después de hundir un país y mandar a buena parte de sus ciudadanos a la miseria. El mismo tipo de comparación del antes y el después se puede aplicar a Portugal, España, Italia, y a todos los países que han sido controlados por la bien llamada Catastroika, con resultados no tan catastróficos como en el caso de Grecia, pero en todos los casos las medidas U.E.-Merkel los han llevado del problema grave al desastre. Bueno, no todos, hay uno que está recuperándose, después de mucha sangre, sudor y lágrimas, Irlanda es el primer país rescatado que sale de la recesión, y además lo hace de manera clara, con un aumento del PIB del 0,4% en el primer semestre del 2013. Lo curiosos del caso es que Irlanda es también el único país que se rebeló contra las medidas absurdas, y algunas relacionadas con aumentos de impuestos y varios recortes simplemente se negaron a aplicarlas por el grave impacto que tendrían sobre la recesión, y en cambio si se dedicaron a fondo a modificaciones estructurales, sobre las que la Catastroika no insiste demasiado (y el Sr. Rajoy menos todavía), y han adelgazado considerablemente su Administración Pública. Lástima que el Sr. Rajoy no hable irlandés porque, aprovechando que Irlanda también ha sufrido una inmensa burbuja inmobiliaria, podían haberle dado alguna lección, aunque bien pensado tampoco habría servido para nada.

Finalmente están los periodistas que arrastrados por la euforia general han entronizado a Frau Merkel en los altares de las principales catedrales del país. De todas las tonterías que he oído y leído, la que más me irrita, y que he tenido que soportar varias veces, es que los alemanes y la Frau tienen toda la razón al imponernos la austeridad porque cuando nadie ni tan solo hablaba de crisis, sino de todo lo contrario, ellos ya aplicaron dichas medidas. Como si los alemanes fuesen realmente una raza extraterrestre capaz de prevenir y prepararse con más de una década de antelación a los acontecimientos. Estos no se enteran de que a mediados de los 90 Alemania estaba casi en bancarrota  a causa del terrible impacto de la reunificación, que fue 10 veces superior al previsto y que obligó al país a endeudarse por cifras muy elevadas, a pesar de la ayuda de la U.E., lo repetiré por si alguien no se ha enterado, a pesar de la sustancial ayuda INCONDICIONAL que les prestó  la U.E. incluidos los países del sur europeo. Esto, y no una milagrosa capacidad de previsión es lo que obligó a Alemania a poner en vigor duras medidas de austeridad, que por otro lado diseñaron y ejecutaron muy bien hasta el extremo que hacia el 2007 cuando se iniciaba la crisis ellos ya se habían recuperado y se encontraban en perfectas condiciones para soportarla. Lo que tuvieron los alemanes fue mucha suerte. Frau Merkel nos ha obligado a aplicar las mismas medidas porque ese es el sentir general en el país y para dar satisfacción a sus votantes, que no están dispuestos a soltar un céntimo sin que nosotros también pasemos por las estrecheces que han sufrido, cosa que no deja de tener cierto sentido, pero olvidan un aspecto que es el que hace que las mismas medidas que funcionaron en Alemania estén siendo desastrosas en el sur de Europa: En Alemania se aplicaron las medidas en época de expansión económica donde los recortes de gastos y sueldos que tuvieron que emprender pudieron compensarse fácilmente con las exportaciones que aumentaban constantemente debido a que la economía estaba en fase de crecimiento acelerado, pero a nosotros nos han obligado a ponerlas en práctica en plena crisis, y para agravar todavía más la absurda decisión, cuando la primera fase de la crisis ya se estaba superando, y la tozudez alemana de Frau Merkel ha impedido hacer lo que hubiese sido lógico que es combinar las medidas de austeridad con otras que evitasen la recesión. Recuerdo que hace más de un año el Sr. Schäuble, ministro de economía de Frau Merkel afirmó que nunca aceptarían combinar las medidas de austeridad con otras de crecimiento porque eso aumentaría la deuda pública. Como visteis en el caso de Grecia, en mi nota del 13/9, la deuda griega se ha mucho más que doblado precisamente  porque los cabezas cuadradas NO incluyeron medidas de crecimiento, y nos hundieron porque aparte inteligentes y bien organizados también son capaces de hacer idioteces, y de mantener tozudamente la idiotez incluso cuando ya está archidemostrado que sus efectos son los contrarios a los esperados, sobre todo cuando son otros los que pagan sus consecuencias.


 


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