El ácido hialurónico es una fórmula natural muy beneficiosa para el cuidado de la piel, las articulaciones y los cartílagos. Tiene múltiples propiedades. Es un aliado muy habitual en la medicina estética, puesto que permite recuperar la elasticidad de la piel, la hidrata y la rejuvenece.
Las aplicaciones de ácido hialurónico en los tratamientos de belleza pueden ser de diferentes tipos. En los rellenos dérmicos es común utilizarlo en su forma reticulada, la no reticulada es la base de muchas lociones faciales, cremas hidratantes o mascarillas.
¿Para qué sirve el ácido hialurónico?
Cuidado de la piel y tratamiento antienvejecimiento
Cuando se utiliza ácido hialurónico como tratamiento antienvejecimiento, permite eliminar las arrugas y recuperar la naturalidad de la expresión facial. La fórmula crea una estructura bajo la piel que, además de eliminar las arrugas, atrae la captación del agua, de las moléculas h2o, con lo que se mejora la hidratación de la epidermis.
Los profesionales de la medicina estética lo inyectan para aumentar los labios, realizar rellenos faciales y eliminar las ojeras. Los resultados son inmediatos y sorprendentes.
Por otra parte, su uso en terapias no invasivas, como lociones, cremas y mascarillas, permite mejorar el estado de la piel, ya que beneficia la hidratación y el sistema celular. Los resultados con tratamientos externos son progresivos en el tiempo, no son tan inmediatos como los rellenos.
Complemento alimenticio a partir de los cuarenta
El ácido hialurónico se puede ingerir como complemento alimenticio. Fomenta la producción de colágeno natural que reconstruye los cartílagos, muy remendado a partir de los cuarenta años. Cuando se cumplen los cincuenta es casi imprescindible si se quiere reducir el envejecimiento prematuro de las articulaciones y de la piel.
Rehabilitación y movilidad
Los expertos en rehabilitación lo utilizan para tratar la osteoartritis y los problemas en las articulaciones. El ácido hialurónico tiene la propiedad de ser reconstituyente y ayuda a nivela el líquido sinovial, facilitando la movilidad sin fricciones.
También es muy recomendable para enfermedades relacionadas con la artritis y el reuma, mejora la movilidad y reduce el dolor.
Cuando se hace la infiltración, la sustancia penetra en la cavidad articular y la protege frene al peso del propio cuerpo. Es un lubricante de las articulaciones. Además de eliminar el dolor, reduce la sensación de cansancio y permite recuperar la movilidad.
Beneficios del ácido hialurónico en la medicina estética
A partir de los 35 años la piel empieza a perder su tersura, volumen y elasticidad. Comienza el proceso de envejecimiento, cuyo síntoma más común es la aparición de arrugas. Por eso, los tratamientos con ácido hialurónico están muy extendidos en los centros de medicina estética. Sus propiedades rejuvenecedoras e hidratantes han hecho que sea una de las grandes aliadas para recuperar la belleza natural.
Además de hidratar la piel y mejorar la absorción del h2o de las células, también incentiva la producción de colágeno y sirve de soporte. Previene tanto el envejecimiento como las enfermedades oculares, recupera el tejido conjuntivo, contribuye a fortalecer los tendones y ligamentos y crea volumen con resultados naturales.
Ácido hialurónico reticulado
En su forma reticulada, el ácido hialurónico se inyecta o infiltra en la piel o en las articulaciones. Se une internamente, lo que favorece su resistencia al paso del tiempo y evita su degradación.
Es importante señalar que se trata de un tratamiento sin cirugía, muy habitual para rellenar pómulos, perfilado de labios o surcos nasogenianos. Gracias a la inyección de esta fórmula natural se consigue recuperar el volumen y el eliminar las arrugas en localizaciones concretas, pero su acción revitalizadora se nota en todo el rostro.
Ácido hialurónico no reticulado
En este caso las moléculas no se unen, no se entrelazan entre sí, sino que circulan libremente. De esta manera, se infiltran en la piel de manera natural a través de tratamientos no invasivos y externos.
Hay algunos compuestos que refuerzan la acción del ácido hialurónico con colágeno o vitaminas.
¿Es el ácido hialurónico el mejor tratamiento?
La respuesta a esta pregunta es mejor que la responda un profesional de la belleza y de la medicina. Cada persona necesita un tipo de tratamiento en función de su patología y de sus necesidades.
El ácido hialurónico reticulado es aconsejable para el volumen, el relleno y los dolores articulares. La mejora es inmediata en todo tipo de piel. Para aquellas que estén menos castigadas, es importante comenzar tratamientos de prevención y rejuvenecimiento a través de la fórmula no reticulada.
Los beneficios del ácido hialurónico están demostrados científicamente. Es un excelente aliado para combatir el envejecimiento natural de la persona, tanto de la piel como de los cartílagos o de las articulaciones.
Es un tratamiento sin cirugía. Las inyecciones o infiltraciones tienen que realizarse por parte de profesionales en centros y clínicas especializadas. Los resultados son inmediatos, visibles y duraderos en el tiempo, por eso tienen una gran acogida en los centros de belleza y clínicas de medicina estética.