¡Ojala se poseyera la sabiduría de Salomón para no tener que equivocarse jamás! Sería un alivio al alma y al corazón.
Pero la vida es de aciertos y errores. Algunas veces acertamos con buenos pasos y otras veces nos equivocamos y en gran nivel, pero ¿Cómo saberlo?… no hay forma alguna, solo el carácter de las decisiones que se tomen podrán trazar un destino y un rumbo, podría decir que dependerá de nuestra fuerza emocional, mental y la forma en la que se ve la vida.
Días atrás tuve en mis manos el libro Cimas y Valles de Spencer Johnson, y sencillamente la historia fue acertada para mí en estos momentos de mi vida, y hoy aunque no es fácil escribir porque los tiempos son duros, puedo ver un poco más allá de toda tristeza y toda oscuridad y espero pacientemente la luz; fue así que una frase específica de este libro marcó una diferencia en medio de la realidad que hoy vivo. La frase expresa lo siguiente:
“Los errores que cometes en los buenos momentos del presente crean los malos momentos del mañana y tus aciertos en los malos momentos del presente crean los buenos momentos del mañana”
La primera parte me es más fácil digerirla ya que en los buenos tiempos es fácil omitir detalles que luego se pueden transformar en un caos, y precisamente va a ser producto de las decisiones que se tomen, pero los buenos tiempos son más fáciles de vivir y depende de lo bien que hagamos en ellos el que permanezcan así.
Caso contrario a mi parecer es tomar buenas decisiones en tiempos malos con la finalidad de construir un mejor mañana. Resulta que en los tiempos malos se batalla con muchos factores en contra, y precisamente no razonamos de la mejor manera en dificultad, ya que nos enfrentamos con muchos aspectos negativos, tales como las emociones mismas por el momento que se enfrenta; nuestro carácter emocional no es igual, estamos vulnerables porque nos sentimos débiles y es fácil tener sentimientos encontrados como la autocompasión y la tristeza misma.
Otro aspecto con el que se lucha son las circunstancias que vayamos abrazando erróneamente, como por ejemplo la culpa, empezamos a hacernos muchas preguntas, como por ejemplo el ¿por qué? Pero ¿cómo paso?, son cuestionamientos de los cuales nunca encontraremos respuestas, esto es una verdad y muchas veces nos quedamos estacionados en la vida debido a que no encontramos soluciones que nos satisfagan, tristemente cuando no las hay; simplemente a veces las circunstancias se dan y ya.
Otro punto importante son las mismas decisiones que tomemos, es difícil cuando estamos vulnerables equivocarnos aún más, pero cuando lo hacemos solos o por impulso son peores, ¡créeme!, pues no estamos en nuestro completo cabal para escoger caminos, pero si podemos acompañarnos de un buen consejo y amigos que nos ayuden en estos desiertos, será mucho mejor, alguien que nos haga ver la realidad desde otro ámbito y no solo de la forma gris en que solemos verlo cuando estamos tristes, cansados y desanimados.
¿Cómo salir de estos desiertos o valles? En primer lugar, entiende que no va a ser fácil y se va a necesitar una doble dosis de esfuerzo, de ganas, de ánimo; aún cuando tu energía y tu mente no den para esto, hay que hacer un enorme esfuerzo, pero tú puedes hacerlo si esto es para ti.
Por otro lado, busca estar entretenido, cuánto menos pienses en tu circunstancia difícil, será mejor, tendrás pensamientos más sanos y no darás cabida a las traiciones de nuestra propia mente, entonces ocúpate más en trabajo, en deporte, en familia, actividades con amigos.
Tercero, es fácil entender que en tiempos malos no se desea estar acompañado precisamente por el desanimo que se carga, pero la soledad no es buena consejera, y el abrazo, oración, o palabras de una buena persona te traerá paz y calma y por lo tanto te sentirás mejor y además, será un paso más que des en pro de mejorar tus emociones, porque puede ser que la circunstancia que nos llevo a este momento continúe, pero la forma en cómo la vemos es lo que marcará la diferencia, y cuando dejamos de ahogarnos en ella, el paso será más rápido y con menos dolor.
Cuarto, no te aferres, deja ir lo que tengas que dejar ir, lo pasado es pasado y no volverá, dedícate a construir tu presente y tu futuro con mejores acciones, y no escarbes en los recuerdos, deshazte de ellos que nada hacemos lamentándonos de por vida por asuntos que ya no se pueden resolver porque no hay forma de hacerlo, paso y ya, erramos, y no podemos hacer nada más al respecto ni llorar eternamente por lo sucedido.
Me encanta escribir de mis experiencias porque de todas ellas he recibido enseñanzas. Esta vez, escribo también para mí, y estoy entendiendo cuál es el principio de alcanzar mejores momentos, y es reconocer que nos encontramos en los malos tiempos y dejar claro en cómo nos sentimos. Cuanto más tengas claro esto, cometerás menos errores y acertarás más para bien.
No temas el equivocarte, pero equivocarse no es un pecado, es parte de la vida, ¡errar es de humanos!, las decisiones y acciones que tomemos es lo que va a marcar que tan grande se torne el error, la actitud que asumamos nos librará de más dolor y penas, y lo mejor es construir con buenas decisiones en tiempos malos, un futuro mejor y que sobre todo lo sucedido aprendamos y no volvamos a ver atrás aunque la circunstancia haya sido la peor de tu vida.
Quiero pensar que siempre habrá algo mejor para mí, y sé que siempre habrá algo mejor, los tiempos cambian pero tú sigues vivo…
¡Vive! ¡Sé feliz! Me dicen las personas que amo y amigos, y ahora te lo digo a ti, ¡vive y sé feliz!, lo peor pronto pasará.
“Las cosas buenas ocurren debido a lo que hicimos en los malos momentos” R.C. Goizueta
“El verdadero viaje del descubrimiento no consiste en ir en busca de nuevos paisajes, sino en tener nuevos ojos” PROUST
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