Argentina entrará, en los próximos meses, en una disputa electoral muy reñida. Tal vez, con muchas agresiones y como se dice en el ámbito futbolero a cara de perro. Como expresan los políticos de turno, está en juego el modelo de país que queremos. Y, en este caso, no están tan errados. Pero existen trabas, atenuantes, situaciones implícitas que hacen a la población dudar: la ideología de cada político y partido al que pertenece.
Lo más importante que existe en la política es la ideología y la manera o las formas que tienen los partidos políticos (y sus integrantes) de encarar las problemáticas de una sociedad. En nuestro país, el concepto de ideología es tratado con desprecio como si se tratase de una mala palabra o una falta de respeto. Las conversaciones con alto grado de banalidad en la mesa de Mirtha Legrand sobre este tema deja en claro que se prefiere no hablar de ciertas cosas. Desde sectores como el kircherismo se alude constantemente a la ideología y a la defensa de un modelo de país inclusivo con un estado fuerte y benefactor. El problema, o mejor dicho, la disyuntiva aparece cuando se indaga desde dónde hablan los ahora kirchneristas. El peronismo ha sido el movimiento político que ha incluído en su interior las más variadas ideologías existentes en nuestro país. Entonces, ¿quién es peronista? ¿Duhalde sentado con la mesa de enlace, ofendiendo las banderas levantadas por Eva Duarte o Néstor y Cristina Kirchner con la defensa de su modelo nacional y popular sustentado en las divisas que genera el sector agropecuario? Los tres son peronistas ya que son un ejemplo de esa amplitud ideológica anteriormente mencionada que en muchas ocaciones dejan las puertas abiertas para preguntar ¿cómo si fue Duhalde quien impulso la candidatura de Kirchner? ¿acaso en la década de 1990 Kirchner no era un gobernador aliado de Menem?
Desde la vereda de enfrente, Hugo Biolcati, en el discurso de la Sociedad Rural, la entidad económica con más poder en Argentina, llama a la reflexión y a la unión de los argentinos para sacar el país adelante. Una tomada de pelo importante. Salvo la Federación Agraria Argentina, el resto de las sociedades que agrupan a los productores agropecuarios, piden por retenciones cero, medida que definanciaría las arcas del Estado.
Lo curioso es escuchar las palabras de Biolcati. En su discurso incluyó conceptos de Alberdi, palabras como pobreza o pueblo o nación. Mientras que atrás lo tenía sentado a Duhalde y a Macri, dos de las personas más poderosas tanto política como económicamente.
El radicalismo no quiere ser menos y muestra como uno de los principales candidatos a Cobos. ¿Pero cómo no es el Vicepresidente? ¿no asumió con el gobierno de Cristina Kirchner? Si, el radical Cobos pasó de un partido a otro y parece que mucho no importa.
Entonces, muchachos aclaren que oscurece. ¿Cual es el problema de reconocerse de derecha? Desde la vereda de enfrente, ¿Qué miedos se tienen a la hora de decir nosotros fuimos menemistas, después duhaldistas y ahora kirchneristas?
Lo que reclama la sociedad desde aquel que se vayan todos es transparencia, honestidad y ganas de trabajar para el bien de todos. Al parecer, estos tres pilares siguen faltando en Argentina.
El primer paso para encontrar estas tres ideas sería aclarar qué piensa cada uno, qué, cómo y por qué actuó en el pasado y qué ideas tiene para el futuro. En definitiva, se requiere de un revisionismo histórico importante de los últimos 40 años para no volver a errar. Para que las cosas queden, de una vez por todas, claras.