La organización de Naciones Unidas para los refugiados ACNUR ha suspendido prácticamente sus tareas en el campo de refugiados de Dabaab (Kenia), donde ayer fueron secuestradas las dos cooperantes españolas de Médicos Sin Fronteras (MSF) a plena luz del día.
En los últimos meses la inseguridad en el campamento de refugiados ha ido aumentando y eso preocupa a las agencias de ayuda humanitaria que trabajan en la zona, donde el número de refugiados se ha disparado a más de 460.000 este año mientras la hambruna y el conflicto empujan a los somalíes a cruzar la frontera.
"Hoy tenemos que retener a todo el mundo en la base. Tenemos sólo un personal reducido que baja al campo con una patrulla de policía porque algunos servicios no pueden suspenderse", indicó Emmanuel Nyabera, portavoz de ACNUR Kenia.
Eso implica que no habría registro de los recién llegados, por ejemplo, pero sí proseguiría la distribución de agua. Tampoco se sabe cuando se podrán reanudar las tareas con normalidad dijo Nyabera, quien también dijo que de momento no se evacuará al personal extranjero.
Mikel Secada (@mikelsecada)
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