El Estado de Victoria, en Australia, se convertirá el primero en legalizar la eutanasia y el suicidio asistido.
El Parlamento aprobó la reforma por 22 votos a favor y 18, en contra,
después de un debate de más de 28 horas.
La primera versión de la ley permitía aplicar la eutanasia a pacientes a
los que los médicos les hubiesen dicho que les quedaban doce meses de
vida o menos.
Finalmente, la ley aprobada establece que podrán pedir la eutanasia los
pacientes a quienes sus médicos les hayan dicho que les quedan seis
meses de vida o menos.
Si un paciente no es capaz de tomar por sí solo el veneno, se le
administrará una inyección letal, según informó el diario The Guardian. De este modo, el aspirante a suicida, nunca estará solo.
“La asistencia en el momento de la muerte es algo que deberíamos querer
para todos, pero esto no incluye una inyección letal o la oferta de
veneno”, escribió el
obispo católico de Melbourne en una carta pastoral.