Uno de los componentes más habituales que se suele ver en bicicletas de montaña son los acoples o cuernos. Es cierto que hay muy pocos ciclistas de montaña profesionales que lleven este componente (entre ellos se encuentra José Antonio Hermida), pero entre los ciclistas aficionados es un accesorio bastante común.
Los acoples o cuernos son simplemente unas pequeñas barras que se insertan en el extremo del manillar. Suelen estar fabricados de aluminio o de carbono. La principal función de este componente es permitir al ciclista poder cambiar la posición de las manos, aportando así una mayor comodidad.
Los acoples o cuernos son un componente de las bicicletas de montaña que tiene tanto admiradores como detractores. - piopialoVentajas de los acoples
La principal ventaja de los cuernos en una bicicleta de montaña es, como hemos comentado, la posibilidad que tiene el ciclista con ellos de cambiar la posición de las manos.
Esto es interesante sobre todo en rutas largas, donde este cambio de posición de las manos puede aumentar la comodidad de la bicicleta de forma notable.
Otra de las ventajas tiene que ver cuando el ciclista va de pie sobre la bicicleta. Resulta más sencillo mover la bicicleta de lado a lado si se va agarrado a los acoples que si se va agarrado a los puños.
Por último, otra ventaja es el precio. Es un componente realmente barato, que podemos encontrar a partir de 10 euros.
Inconveniente de los acoples
Es muy raro ver aun ciclista profesional con este componente. Un motivo es el peso añadido a la bicicleta. Aunque realmente el peso es realmente poco, para los profesionales cada gramo de menos en la bicicleta cuenta. Sin embargo, a nivel aficionado el peso es despreciable, ya que este componente puede añadir en torno a 50 gramos a la bicicleta.
Posiblemente el mayor inconveniente de los acoples es la posibilidad de engancharse con algún elemento externo, como una rama o una valla, o con otro ciclista.
Al sobresalir del manillar hay que tener cuidado con los enganchones en zonas estrechas donde haya ramas. Es relativamente sencillo que el acople se enganche, el manillar se gira y se produce una caída. Esto mismo puede suceder en una marcha o prueba ciclista, donde en determinados momentos es factible que los manillares de dos ciclistas se toquen.