Según el barómetro de julio del CIS, el PP obtendrá el 43,1% de los votos, por el 36% del PSOE, que gana 2,6 puntos desde la encuesta del pasado mes de abril. La encuesta fue realizada después de las elecciones municipales –entre el 4 y el 11 de julio– y los resultados del muestreo fueron obtenidos justo antes del discurso en el que Rubalcaba aceptaba la candidatura en el congreso del PSOE. En estos últimos tres meses, el PP desciende siete décimas y pasa del 43,8%, que el CIS le otorgaba en abril, al 43,1%. Frente a la ventaja de 10,4 puntos que el PP sacaba al PSOE, la diferencia se ha reducido en 7,1 puntos. Y Rubalcaba logra frenar la tendencia al alza del PP. Por su parte, Izquierda Unida pierde un punto, y baja del 5,2% al 5,1%. CiU sigue su tendencia descendente y cae otras cuatro décimas, del 3,5% en abril al 3,1% en julio. Mariano Rajoy vuelve a ser más valorado que Zapatero, pero se queda con una nota de 3,58, por el 3,47 del presidente del Gobierno. Rubalcaba es el ministro más valorado junto con Chacón, con un 4,62.
J. L. Rodríguez Zapatero, A. Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, desenfocado, durante el último debate sobre el estado de la Nación.
Los socialistas consideran que el sondeo sirve para mostrar un cambio de tendencia, después de meses de descenso pronunciado y continuo, como consecuencia del desgaste de Zapatero y su Gobierno. La lectura más optimista de los socialistas es que el sondeo sirve para constatar que Rubalcaba será percibido como un candidato nuevo y con capacidad para movilizar a su electorado. Su tesis es que, desde la hecatombe de las municipales y autonómicas del 22 de mayo, se ha producido un efecto rebote, tras tocar el suelo. La alegría de los socialistas por el supuesto cambio de tendencia de las encuestas, se completa con los datos que muestran cómo Rubalcaba es mucho mejor valorado por los españoles que Mariano Rajoy. Rubalcaba, según la encuesta del CIS, es más honesto, eficaz y dialogante, inspira más confianza, entiende mejor los problemas de España, tiene más capacidad de negociación y más visión de futuro. Los votantes del PP están más movilizados porque no les importa quién sea su candidato o éste no les guste. La valoración de Rubalcaba está muy por encima de la marca PSOE. Al candidato socialista le lastra el desgaste de Zapatero pero, para satisfacción de los miembros de su equipo, es visto como un buen candidato, no desgastado personalmente.
En la comparación, Rubalcaba inspira “mucha” o “bastante” confianza (un 31,1% de los encuestados), en tanto que Rajoy sólo la genera entre el 19,8%. Y si al 77,5% Rajoy les provoca “poca” o “ninguna” confianza, el porcentaje es menor para Rubalcaba, ya que quienes no confían en él suman un 62,1%. Ambos ganan al presidente Rodríguez Zapatero, que sólo inspira confianza al 17,2% y que despierta “poca” o “ninguna” confianza en el 81,5% de los encuestados. La mayoría cree que Rubalcaba entiende mejor los problemas de España El 45,3% sostiene que es más dialogante que Rajoy, que lo es para un 24, 1; el 42,3% dice del socialista que tiene más capacidad de negociación, y el 25,5 la ve en el dirigente del PP. Rubalcaba es visto como más eficaz, ya que el 38,9% está de acuerdo con esta opinión, porcentaje que baja al 28,3% en el caso de Rajoy. Igualmente, al preguntar quién entiende mejor los problemas de España, el 34,7 % contesta que el candidato del PSOE frente al 27,6%, partidarios de Rajoy. El 31.6% piensan que Rubalcaba es más honesto, frente a 22,1% de los partidarios de Rajoy y el 34%, que Rubalcaba tiene más visión de futuro, frente a los 29,7% de los que apuntan a Rajoy). Duran i Lleida vuelve a ser el político mejor valorado, con un 4,02. Y las peores ministras son Leire Patín, con un 2,95, y Ángeles González-Sinde, con un 2,59.
Rajoy en el Congreso, el martes pasado.
José Luis Ayllón, secretario general del grupo popular en el Congreso, reacciona, tras conocer esta encuesta, diciendo que el CIS “se equivoca bastante” y “no da una” con sus encuestas. Curiosamente, cuando el CIS está a su favor, aplauden y le dan la razón. En este caso, Ayllón advierte que estos sondeos deben interpretarse con “absoluta prudencia” y recuerda que, en las previas a las últimas elecciones autonómicas y municipales, el CIS adjudicó 6 puntos “en contra del PP” en el sondeo referido a Aragón y 5,5 puntos en el de Canarias. “Estamos ante unas encuestas –dice, recordando que, en las últimas elecciones, la mayoría de españoles dio su apoyo al PP en autonomías y ayuntamientos– que, posteriormente, no se ajustan para nada con la realidad electoral”. Subraya que el candidato del PSOE está intentando que se olvide que formó parte de un Gobierno que tomó medidas “contraproducentes”, para los intereses de los ciudadanos. Los populares aseguran que los resultados del sondeo oficial son fruto de un efecto estadístico y del natural eco de la nueva candidatura del PSOE en los medios de comunicación. Y recuerdan que, en el último mes, ha habido en los medios mayor presencia de Pérez Rubalcaba, como consecuencia de la presentación de su candidatura a la Presidencia del Gobierno y eso puede tener reflejo en la encuesta. Por último, explican que siete puntos sigue siendo una distancia considerable, con posibilidades de llegar a la mayoría absoluta y mucho más próxima a la realidad y la serie histórica de resultados electorales”
Lo cierto es que el último barómetro del CIS ha desatado la euforia en el PSOE o, al menos, esa es la sensación que tratan de transmitir sus dirigentes. Con el llamado efecto Rubalcaba, los socialistas lograron eclipsar un dato que no deja de ser demoledor: el PP conserva una clara ventaja de 7,1 puntos. Y la encuesta muestra diversos síntomas de recuperación en las filas del PSOE, que amenazan la mayoría absoluta con la que sueña Rajoy. Rubalcaba logra repescar a 1,2 millones de votantes desencantados con Zapatero, y la diferencia en intención directa de voto se reduce a menos de cuatro puntos. Los datos del CIS refuerzan esa estrategia, ya que Rubalcaba gana a Rajoy en prácticamente todos los aspectos. El presidente Zapatero cree que Rubalcaba está “cada día mejor”. Y, dos días después del último barómetro del CIS, anuncia el adelanto electoral.
En la rueda de prensa de Zapatero en Moncloa, el presidente del Gobierno anuncia el viernes, 29 de julio, su convocatoria para las elecciones. Al contrario de lo que ha mantenido hasta ahora, Zapatero cree “beneficioso” el adelanto, entre otras razones “porque así desaparecen las incertidumbres” al respecto. Es más, el presidente admite que la decisión la tenía “pensada y madurada desde hace tiempo”. Empieza hablando de la situación complicada que tiene Europa, en general, y España, en particular. Además hace un resumen de las “imprescindibles medidas económicas”. Y, al final, hace oficial la convocatoria de elecciones generales el 20-N. “Una fecha más –señala pese a sus resonancias históricas– para que desaparezcan las incertidumbres económicas”. Así, el nuevo Ejecutivo “podrá tomar de inmediato las riendas de la situación económica”. Juzga “conveniente que el próximo 1 de enero el Gobierno salido de las urnas ya esté al frente de la responsabilidad del ejercicio económico”. Con esta decisión, espera “proyectar certidumbre política y económica”. Las Cortes se disolverán el 26 de septiembre y la campaña electoral arrancará el 4 de noviembre, adelantándose las elecciones generales al 20 de noviembre. Ese día, justo 64 años después de la muerte de Franco, se celebrarán las nuevas elecciones.
Zapatero descarta que vaya a ser diputado, que vaya a escribir sus memorias y que vaya a la cita de Rodiezmo del año que viene. Y quita toda trascendencia a que las elecciones se celebren el día del aniversario de la muerte de Francisco Franco. “He elegido ese día –dice– porque es una fecha más, al menos para mí”. El mes de noviembre, aclara, tiene una fiesta y un largo puente, “y el 20-N es el día que nos permite sortear todos esos festivos”.
El presidente del Gobierno quería agotar la legislatura hasta marzo, pero, al final, cede a las presiones de aquellos que le piden que adelante las elecciones. Cinco parecen ser las razones que le han llevado a cambiar de parecer, según B. Toribio / C. Ibáñez, en el artículo “Cinco razones por las que Zapatero decide adelantar las elecciones”, publicadas en “La información.com”:
1. Es lo mejor para Rubalcaba. Al candidato socialista le conviene no agotar la legislatura. De celebrarse las elecciones en marzo, Alfredo Pérez Rubalcaba habría tenido que afrontar una campaña de casi nueve meses de duración, lo que podría agotar su imagen.
2. Y lo mejor para el PSOE. El “efecto Rubalcaba” ha dado sus frutos. En el primer CIS, con Rubalcaba como candidato, el PS recorta la distancia con el PP en casi tres puntos. Este buen dato da alas y trae esperanzas a los socialistas sobre las posibilidades del PSOE de cara a las urnas.
3. Le viene bien a los socialistas en Andalucía. Las generales en marzo iban a coincidir con las autonómicas andaluzas, donde José Antonio Griñán se juega perder los más de 30 años que lleva el PSOE gobernando en esta comunidad, uno de los principales feudos socialistas. El presidente de la Junta siempre ha defendido distanciar cuanto más mejor las elecciones autonómicas de la generales para que no le perjudique el voto de castigo contra el PSOE en las generales.
4. Pasa el marrón de los ajustes al PP. Con el adelanto electoral, las reformas pendientes (negociación colectiva, el cierre de la reforma financiera, la privatización de los aeropuertos etcétera) y las políticas de ajuste pasan a manos del Partido Popular, ya que, según las encuestas, es quien más posibilidades tiene de ganar las próximas elecciones.
5. Menos culpas para el PSOE. La economía no levantará la cabeza a corto ni medio plazo. Con el adelanto electoral, todos los datos que se deterioren ya no se podrán achacar exclusivamente al Gobierno. Las críticas se suavizarán y el PP, como futuro inquilino de La Moncloa, tendrá que poner sus cartas sobre la mesa para sacar al país de esta situación.
Rajoy, acompañado de Soraya y de Cospedal, ya se ve en la Moncloa.
“Aunque tardía, esta es una decisión buena para los españoles, después de haber perdido un año”, afirmaba el líder de la oposición minutos después de que el presidente del Gobierno hubiera acabado su intervención. Rajoy calificó de “buena noticia” el adelanto electoral al 20 de noviembre, anunciado por Zapatero. “Es lo que la mayoría de los españoles deseaba desde hace mucho tiempo. Para el PP y para la mayoría de los españoles, las elecciones son el impulso necesario para salir de la grave situación en la que nos encontramos. El Gobierno que salga de estas elecciones tendrá una tarea muy difícil porque España tiene muchos problemas y el PP aspira a protagonizar el necesario cambio político en España”. Los populares ya dan por hecha una mayoría absoluta muy cómoda, y creen que sólo hay algo que puede estropearla: el miedo al PSOE. Por eso Rajoy, en la segunda rueda de prensa ofrecida este año en la calle de Génova, se preocupa de tranquilizar a los electores. Le sorprende la fecha, el 20-N, que ve como un juego para movilizar algo a la izquierda, aunque la considera inútil. Zapatero, por su parte, no quiso contestar a las preguntas de por qué ha elegido esa fecha que tiene una fuerte connotación de derechas (ese día se celebra el aniversario de la muerte de Franco). Pero no faltan los que creen que hacer coincidir la jornada electoral con un día tan significativo en la Historia de España ayudará a movilizar a los votantes de izquierdas que, como se vio en el 22-M, no acudieron a la cita con las urnas, provocando la debacle socialista.
No hay como el humor para explicar lo ocurrido estos últimos días. Así lo ven Peridis, Alfonso López, el Padrino, Medina y Forges.
Y así nos lo dibuja Manel Fontdevila en: Elecciones anticipadas, A la calle, De ahorros, Vergonzante y La mano.
Territorio Vergara: Diccionario biográfico español: Azaña, El aplazamiento, Ayuda contra el hambre, Indignados y La hora de los valientes.
Pep Roig: El sol, privatizado, La vida sigue igual, Herencia, Trueque y Alegre esa cara, hombre.