A día de hoy creo que no hay ninguna duda de que Pamela Clare es una de las mejores autoras del género. Lo ha demostrado libro tras libro, tanto en la calidad de sus historias de amor como en las de suspense. Así que a estas alturas no voy a ser yo quien lleve la contraria. Su nueva novela, última publicada en España, es buena, y punto. Que guste más o menos ya es otra cuestión. La he leído del tirón, la he disfrutado y me ha hecho pasar un par de tardes estupendas sumergida en una preciosa relación a rebosar de ternura. Sin embargo, si me tengo que quedar con una de sus novelas, sin lugar a dudas, no es con ésta, por motivos que comentaré a continuación. Vayamos por partes.
Nos encontramos con una protagonista que ha sufrido un trauma horrible. Secuestrada por uno de los líderes de Al-Qaeda, Laura es retenida durante dieciocho meses. Como podéis imaginar, las condiciones serán infrahumanas, pero logrará aguantar gracias a su gran fuerza de voluntad. No obstante, como es natural, arrastrará un gran número de cicatrices; de las peores, de las que no se pueden ver a simple vista. Al miedo, al dolor, y a un sinfín de recuerdos que la atormentan, tiene que añadirle incluso la culpa, la cual la corroe por dentro. Pero la conocida y dura periodista y corresponsal televisiva apodada "La muñeca de Bagdad" no se dejará vencer, retomará su vida a la vez que hará frente al culpable de su cautiverio, a pesar de que lo que tendría que ser considerado una victoria pronto se convertirá en más horror, esta vez de un enemigo no identificado. Aunque en esta ocasión cuenta con la protección de diferentes departamentos de justicia, será un viejo conocido el que la hará sentir a salvo y la ayudará a recuperar parte de la persona que era antes de todo ese tormento. Sin duda una historia ya de por sí excelente gracias a la maestría de la autora para tratar un tema tan complicado de una forma sensible y delicada, sin entrar en demasiados detalles pero dejando entrever lo suficiente de los hechos para que el lector pueda sentir de forma casi palpable el daño de Laura. Su fuerza de voluntad, como comentaba, su valentía y superación personal proporcionan al libro un sentimiento de esperanza, incluso en los peores momentos, que es admirable.
A todo esto hay que añadirle la relación amorosa, como es habitual. Javier, un SEAL con un pasado también difícil, será el hombre que aparezca en la vida de Laura en el momento justo. Ambos tuvieron una breve historia años atrás, la cual los marcó más de lo que creían. Javier se convertirá en un pilar fundamental en la vida de nuestra protagonista, y nos deleitará con escenas tiernas, emotivas e incluso pasionales. También este tema está tratado con mucho gusto y sin resultar apresurado o fuera de lugar teniendo en cuenta por lo que ha pasado Laura. Javier es atento, delicado, protector, paciente, y un gran número más de adjetivos por el estilo. A pesar de ello, cuando es preciso, y teniendo en cuenta su profesión, también podremos apreciar en él una parte más peligrosa centrada en proteger a Laura de quien sea el que esté intentando hacerle daño. Esto nos lleva a la parte de intriga, que nos proporcionará a lo largo del libro unas cuantas escenas de acción. Como es habitual también, Pamela maneja el suspense a su antojo, consiguiendo que al lector le cueste bastante adivinar qué es lo que está pasando en realidad. Yo tardé bastante en descubir cuál era la verdadera amenaza. Algo que considero importante y esencial es que ambas tramas, tanto de misterio como de amor están perfectamente entrelazadas a lo largo del libro y ninguna de ellas le quita protagonismo a la otra.
Ahora bien, después de todo esto, quiero comentar la razón por la que no lo considero uno de los mejores libros de la autora. Por lo menos no el mejor en mi opinión, por supuesto. Y, sintiéndolo mucho, voy a tener que contradecirme a mí misma. Aunque la protagonista me parece que está muy bien perfilada, con una personalidad muy trabajada y muy coherente en cuanto a su forma de actuar, no siento que sea una protagonista que me haya conquistado realmente. Quizá precisamente por ser tan correcta. ¿Extraño, no? En cuanto a Javier, más de lo mismo. No tengo nada negativo que decir de él, no obstante tampoco me ha enamorado, dudo que en el futuro lo recuerde de una forma especial. En cambio, personajes de novelas anteriores de Pamela Clare, los cuales tenían defectos más que evidentes y que me hicieron sufrir bastante a lo largo de las novelas los recuerdo con ese cariño que no ha conseguido Javier. La historia de amor es perfecta tal como es, no podría haber sido de otra manera, porque las circunstancias son las que son. Es una relación impecable teniendo en cuenta todo por lo que ha pasado la protagonista; otra distinta seguramente habría estado fuera de lugar. Pero, de nuevo, me ha parecido que le faltaba ese algo especial que hace que quieras volver a leer el libro para disfrutarla de nuevo. Como veis, no sé muy bien si la culpa ha sido mía, porque quizá buscaba una novela romántica con más chispa, más tira y afloja, más pasión, lo cual no pega en Acoso mortal, o simplemente no es una historia con la que haya terminado de conectar, aunque sea consciente de que es un buen libro y una historia correcta en todos los sentidos.
Una novela dura en ocasiones, tierna en otras, con suspense y, sobre todo, superación personal. Para mí no es el mejor libro de la autora, pero se pasa un rato muy agradable.
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·Editorial: Phoebe
·Publicación: Marzo 2014
·Precio: 18,95€
·ISBN: 9788415433453
·Páginas: 380
·Serie: I-Team #6