Across the Universe

El género del musical es de los más complicados de realizar. Hay que pensar en el efecto de la música, en la historia, en cómo de frecuentes son los números musicales, si son suficientes, si son demasiado largos, si la coreografía es buena, si avanza la historia, si lo que se rueda va a montar, etc. A mí no me suele gustar ya que empezar a cantar y bailar de repente me resulta muy desasosegante. Supongo que es como a la gente que le dan miedo los payasos.

Sin embargo hay muy buenas películas de este género. Sin remontarme a la época dorada de Hollywood con Ginger Rogers y Fred Astaire me vienen a la cabeza Moulin Rouge o Pesadilla Antes de Navidad. Y también Across the Universe, una película de Julie Taymor que tiene ese gusto estético femenino tan agradable de ver, a veces.

Como os podéis imaginar, es una película en la que no hay más música que la de los Beatles, así que si no te gustan te vas a aburrir. Pero si sí te gustan, o por lo menos los soportas, aquí tienes una peli que te va a hacer pasar un buen rato.

Básicamente se trata del viaje del protagonista desde UK a los USA y cómo pasa por diferentes fases. Encuentra el amor, se vuelve rebelde, conoce a gente, va a manifestaciones, etc. Nada del otro mundo, claro que así contado La Ilíada también parecería un telefilme de Antena 3. Pero es entretenida y tiene cosas muy interesantes.

La secuencia de hoy está protagonizada por T. V. Carpio. Hace de una cheerleader de la América profunda enamorada y lo cuenta a través de I Want to Hold Your Hand.

Estamos en mitad de un entrenamiento del equipo de fútbol y el look es fantástico. La localización con el silo al fondo es muy original, parece sacada de Superman. Todo se mueve entre verdes y amarillos. Los árboles son verdes y el césped está quemado, amarillo. Algunos jugadores van de verde, los titulares, y los suplentes de amarillo. Las animadoras van de verde, la W en amarillo. El cartel de la grada es verde y el etalonaje hace las pieles doradas.

Ella empieza a cantar, un tanto melancólica, la primera estrofa hacia el grupo de jugadores y animadoras que se encuentran a unos pocos metros de ella. Pero se aleja. Nos da a entender que es un amor imposible o que no se atreve a confesarlo por timidez. Plano de la líder de las animadoras con el capitán del equipo, un cliché. Pero esconde algo.

Elipsis. Nuestra chica está sentada en la grada y comienza la segunda estrofa de la canción. “Oh please, say to me you’ll let me be your man”. Y en ese momento, plano two-shot de la animadora con el chico, él sale de plano y ella mira a la protagonista. Se lo está cantando a ella. Ella es su amor imposible.

Continúa la fantástica versión de la canción y ella camina a 50fps entre los jugadores coreografiados entrenando, saltando, placándose y formando un mundo de movimiento y acción en torno a ella, completamente tranquila, plácida, cantando su amor imposible a esa chica que algo parece intuir.

Es una secuencia de dos minutos y medio con tres partes. Ella se separa el grupo, ella canta en la grada, ella se marcha del entrenamiento. Pero la planificación, la localización, el arte, la fotografía, la canción, todas las decisiones que tiene que tomar un director, todo hace que sea algo realmente bonito. Cada elemento por separado no significa nada, un sólo elemento que desentone resta puntos.