Revista Empresa
En días pasados, tomaba un café con un comercial de mi sector, que no es competencia pero nos movemos por los mismos clientes y productos, en las fechas que estamos surgió la pregunta de rigor ¿cuando empiezas las vacaciones?, me contestó que la segunda quincena de agosto pero que hasta ese momento iba a estar en modo pasivo-agresivo. Recordé que además de ser un trastorno de la personalidad, el comportamiento pasivo-agresivo también se ha definido en ambientes laborales como la actitud de resistencia al flujo de las normales situaciones del puesto de trabajo, desde ignorar las instrucciones de la empresa hasta obstaculizar la producción, por lo que como podéis imaginar mi curiosidad se despertó y pregunté: jajaja, ¿Qué es eso del modo pasivo-agresivo?. Según mi interlocutor, cuando llega finales de julio y dado el ciclo de la venta del mercado que nos ocupa, cualquier acción destinada a pedidos nuevos o proyectos nuevos, quedará necesariamente inconclusa por falta material de tiempo, sin embargo, cualquier solicitud de un cliente, por los mismos motivos de ser gestionada con una velocidad inusitada a fin de que de tiempo material a cursar el pedido, es decir, una actitud pasiva si nada se mueve y una actitud hiperactiva si algo se mueve. Parte de razón tiene, no lo voy a negar ¿Para que iniciar visitas y generar expectativas a los clientes si no vamos a poder prácticamente hacer nada?, pero también, y esto me lo reconocía conforme la actitud pasiva-agresiva iba avanzando hacia el mes de agosto los últimos días, laborales y hábiles quedaban deslavazados de contenido laboral. Mi contertulio estaba de acuerdo. Así pues, la conversación giró hacia ¿que hacemos estos días? Yo a estos días les llamo “días tontos”y ya en el 2008 comenté en este mismo blog que hago en estos periodos (por favor no reírse, es del 2008 y aun hablo de tarjeteros y agendas en papel). Sin embargo hoy en día no solo sirven los días tontos para repasar a los clientes, hoy en día el mercado y la competencia mutan a tal velocidad que también nos es necesario vigilar tanto el mercado en general mas allá de nuestros clientes como a nuestros competidores. Trabajemos con pantalón corto si queremos, pero en septiembre, no solo tenemos que haber descansado, también es necesario que hayamos cambiando nuestra forma de ver nuestro pequeño mundo de ventas.