En los últimos años, he visto proliferar miles de asociaciones que defienden una u otra causa. En general, su labor es inestimable. Obviamente, también hay algunos que se unen a la “moda” del activismo, no porque se sientan identificados con su lucha, sino porque molas mazo e igual follas. Pero bueno, no es de esto de lo que vengo a hablar hoy aquí…
¿De verdad es necesario que un “reducido” grupo luche por los derechos de los niños? ¿O de los animales? ¿Los homosexuales, la mujer, los discapacitados, la selva amazónica, las tribus africanas, los Pokémon o los poetuiteros sifilíticos?
¿Por qué el ser humano en su totalidad es incapaz de dar por hecho que todos tenemos derechos y deberes por igual y que cuanto más tenemos más debemos ayudar?
No me puedo creer que estemos tan ciegos o seamos tan gilipollas e hipócritas para no darnos cuenta de que todos los males por los que esta gente lucha los hemos creado nosotros. ¿La deforestación amazónica? Nosotros. ¿Las guerras en África? Nosotros. ¿La desigualdad brutal entre pobres y ricos? Nosotros. ¿El deshielo de los casquetes polares? Nosotros. ¿La crisis energética? Nosotros. ¿El hambre en el mundo? Nosotros. ¿El racismo? Nosotros. ¿El machismo y la homofobia? Nosotros. Nosotros, nosotros, nosotros, siempre nosotros.
Es vergonzoso que, en pleno S. XXI, la mujer aún tenga que luchar por una igualdad que deberíamos dar por sentada (ojo, no confundir igualdad con supremacía, que una cosa es el feminismo y otra, que últimamente veo mucho, es el, bautizado muy acertadamente en mi opinión, feminazismo) El feminismo, de hecho, no debería tener ni siquiera un nombre especial. Hombre y mujer, obviando las diferencias físicas y lo que ello conlleva, somos esencialmente iguales y punto. Seres humanos con sueños, pensamientos, ideales, que toman decisiones, tienen ideas, cometen errores, aman, lloran, sangran… Creo que es algo que deberíamos llevar con total naturalidad en vez de convertirlo en un campo de batalla donde los activistas desplieguen su guerra de sexos.
Algo que me da especial rabia es el tema de la homofobia… Señores homófobos, ¿en qué se basan ustedes para pensar que esta gente merece que se les dé de hostias una y otra vez a causa de sus preferencias sexuales y sentimentales? ¿De verdad es tan importante a quién amas? Los que esgrimís que Dios nos creó para que copuláramos con el sexo opuesto… discrepo… La Naturaleza (o Dios si os sentís más cómodos con esa idea) nos creó compatibles para la procreación, correcto, pero si de lo que hablamos es del tema cópula, en su gran sabiduría, a las mujeres nos dotó con un botoncito de la risa muy accesible sin necesidad de un pene; a los hombres les puso el punto G en una zona de difícil acceso. Ahí lo dejo…
En fin, es muy triste que en el año 2016, aún haya gente que no pueda disfrutar libremente de su sexualidad y sus sentimientos por miedo a represalias.
¿Habéis pensado que quizás no habría hambre en el mundo si toda esa comida que se desperdicia por toneladas se destinara a alimentar a la gente más necesitada? La cual, por cierto, no estaría tan necesitada si la gente que dispone de posibles (y que en su mayoría son causantes de una forma u otra de esta situación) arrimara más el hombro en vez de aprovecharse para que la mano de obra les salga más barata, por ejemplo.
Los niños… ¿Os dais cuenta de que los niños (indiferentemente de la escala social) son el futuro? Cualquier daño que ellos sufran, ya sea moral o físico, repercutirá en el futuro de toda la humanidad. A los niños hay que protegerlos de todo y de todos. Sin matices. Y deberíamos darles una educación basada en la libertad, el amor, la igualdad, la tolerancia y el respeto para que, cuando se conviertan en adultos, puedan cometer sus propios errores, pero no repitan los nuestros.
¿Tan difícil es entender que este mundo y todo lo que hay en él necesita cuidados y que los únicos que podemos hacer esto somos nosotros? ¿Tan irresponsables somos qué no nos importa una mierda estarlo destruyendo y dejar un erial para las generaciones venideras? ¿Tan poquito nos importan las generaciones venideras? ¡Que son nuestros hijos, hijos de puta!
¿Tanto cuesta reciclar para no malgastar recursos naturales? ¿El papel prensado no es suficientemente blanco para vosotros? ¿Tan difícil es que TODOS los habitantes racionales de este planeta aporten su granito de arena para preservar una Naturaleza que nos da la vida y que nos estamos cargando? Somos unos jodidos irresponsables.
Muchos diréis: “Nosotros no podemos hacer nada, eso los gobiernos”. Sí, los gobiernos y la gente poderosa en general deberían preocuparse mucho más por no destruir el hábitat en el que vivimos y prosperamos, pero nosotros también podemos tener pequeños gestos diarios, que si todo el mundo tomara por costumbre, serían de gran ayuda. Apagar las luces de los cuartos que no usamos, cerrar el grifo cuando nos enjabonamos, nos lavamos los dientes o nos duchamos, separar la basura, poner los lavavajillas llenos y no medio vacíos, etc., etc., etc.
“El mundo es así” me dicen siempre que saco estos temas. No, perdona, el mundo no es así, NOSOTROS somos así. Los seres humanos somos la única pieza que no encaja en el planeta. No sabemos más que aprovecharnos de todo y de todos aquellos que son más débiles (muchos de ellos los hemos convertido en débiles nosotros, quizás para poder sentirnos mejor salvándoles luego).
Ojalá el activismo no existiera o, mejor dicho, ojalá no tuviera razón de ser. Y no porque los activistas no hagan una labor encomiable, sino porque significaría que estamos haciendo que la Tierra funcione en vez de destruirla, significaría que nos aceptamos y respetamos tal como somos, que hemos aprendido a no desperdiciar comida mientras otros nos miran hambrientos, que la tolerancia es la base de nuestra humanidad y el bienestar de los niños del mundo entero, nuestra prioridad.
Mi aplauso para esta gente y su inmensa labor, pero que, en fin… si todavía necesitamos que unos pocos peleen por muchos, está claro que algo va mal, muy mal, pero no en el mundo, sino en nuestras jodidas cabezas.
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