Por Antonio Mautor
No fue fácil para Audioslave conseguir el permiso para poder actuar allí, como podréis imaginaros las trabas administrativas fueron enormes, y en un principio parecía que le barco no llegaría a buen puerto. Finalmente casi de manera milagrosa se pudieron sortear todos los impedimentos que había hasta ese momento, y el concierto fue todo un éxito.Cornell en una entrevista para el Diario de Cuba tiempo después del evento decía esto:
“Particularmente pienso en bandas británicas, en grupos australianos que han vendido millones y millones de discos y pueden darse el lujo e ir a tocar para el público que quieran. ¿Cómo es que nadie ha ido? En cierto modo creí que, como nosotros lo hicimos, probablemente de la manera más difícil posible, otros nos seguirían los paso, y me sorprende un poco que haya pasado tanto tiempo hasta que otra banda se ha decidido a hacerlo. Estoy súper feliz de que los Rolling Stones vayan a dar un concierto en Cuba”.
Audioslave estuvo dos días en la isla y se gastó un millón de dólares para poder realizar el show, que se celebró el día 6 de mayo de 2005. Un evento totalmente gratuito ante más de 70.000 personas en la Tribuna Antiimperialista José Martí de la capital cubana.
Morello adelantó ya en la rueda de prensa que ante tal cita histórica harían un concierto más largo de lo normal, donde repasarían la discografía de la banda así como la de Rage Against The Machine y Soundgarden.
Todo ello se plasmó en un DVD, con 37 temas más un documental en el que los músicos explican su experiencia en La Habana. Un documento visual histórico que ayudó a abrir las puertas de la música a Cuba, un país sometido por un régimen dictatorial durante décadas y a su vez presionado y ahogado por EEUU, que se erigió durante décadas en su peor enemigo, en una lucha digna de David y Goliath.
La música abre fronteras, y el mérito de Audioslave por ser los pioneros en hacer este evento en Cuba, es digno de ser resaltado y recordado por mucho tiempo.
Antonio Mautor