En Julio y Agosto Benicarló (Castellón) y Badalona (Barcelona) fueron escenarios en los que las autoridades actuaron contra empresas que estaban dedicándose a la venta ilegal de pan, con denuncias incluidas de los profesionales a través de sus Asociaciones, como fue en el caso castellonense con APANCAS. Pues bien, en Septiembre y Octubre se dieron situaciones similares en Gavà (Barcelona) y en Badajoz.
En el primer caso, El Ayuntamiento de Gavà anunció el 30 de Septiembre que incrementaba las inspecciones en los establecimientos que venden pan con la finalidad de garantizar el cumplimiento de la normativa vigente en materia de sanidad y consumo. Según EFE todo viene de las quejas de los responsables de panaderías y tiendas especializadas, unas 60 en Gavà, por la venta de pan en otros establecimientos. La Teniente de Alcalde de Promoción Económica, Raquel Sánchez, apuntó que “el objetivo es que los ciudadanos tengan plenas garantías e información sobre la calidad de un producto básico y que los establecimientos reúnan todas las condiciones técnicas, administrativas y sanitarias para desarrollar un servicio de calidad”.
Pan ilegal para comedores escolares en Extremadura
En el caso pacense, durante el mes de Octubre una panificadora contratada por una empresa de catering encargada de la comida de una veintena de comedores escolares de la ciudad fue denunciada por infringir la normativa sanitaria en el reparto de pan en estos centros. La Unidad de Cometidos Especiales y Consumo (UCEYC) de la Policía Local de Badajoz localizó un vehículo particular sospechoso de transportar pan destinado a estos comedores escolares, por lo que procedió a instalar un servicio de vigilancia en las cercanías de un colegio de la zona centro.
La Policía comprobó que el conductor de esta panificadora llevaba pan sin envasar, lo estaba transportando en un vehículo no homologado para tal fin y encima lo manipulaba con sus manos directamente. Ante lo observado, los agentes procedieron a dar aviso a los Servicios Veterinarios de la Junta de Extremadura, que levantaron acta denuncia contra la panificadora y ordenaron la intervención del pan para su posterior destrucción. La empresa de catering desconocía las infracciones a la normativa sanitaria detectadas.
Desde CEOPAN se seguirá insistiendo y exigiendo a la Administración que se cumpla la Reglamentación Técnico-Sanitaria y que los productos de panadería se vendan precintados cuando se comercialicen en régimen de autoservicio, así como la aplicación del Registro Sanitario.
Fuentes: EFE, La Crónica de Badajoz y Hoy.