Cuando hace algunas semanas estaba leyendo por primera vez el cartel del Actual de este año, saqué mi rotulador rojo imaginario y señalé con muchos signos de exclamación el día 5 de enero, y es que ese día iba a tener la oportnidad de asistir a cuatro conciertos en la que iba ser mi última noche en el festival. Los organizadores decidieron hacernos un buen regalo de Reyes y trajeron a Logroño a los grupos locales Marcalma y Naive, a los vallisoletanos Arizona Baby y al norteamericano Eli Paperboy Reed, un cartel de lujo sin duda...
Con la compañía habitual de estos días (cuántas cosas buenas se pierde la gente por pereza), llegamos al Palacio de los Deportes de Logroño a eso de las 21:15, con el estómago vacío y muchas ganas de música. Compramos unos bocadillos (otro punto a favor del festval, ¡qué manjar!) y nos sentamos en la grada cuando salían al escenario los primeros protagonistas de la noche, los riojanos Marcalma...
Marcalma
Me habían comentado que Marcalma eran algo parecido a una selección con algunos de los mejores músicos de rock de La Rioja, pero la verdad, me faltaban referencias. Estuvieron cómodos en el escenario, más que correctos, con un sonido que oscila entre el rock duro y el pop tradicional. No les importó que el Palacio de los Deportes no luciera aún sus mejores galas y se entregaron a un público entre el que había bastante gente que coreaba sus canciones. Jugaban en casa y adoptaron esa actitud del local que quiere dominar el partido desde el primer minuto, y, por momentos, llegaron a gustarme mucho.
Edu, el cantante, tiene una voz maravillosa que me recuerda inevitablemente a Marcos de La Sonrisa de Julia, y Dan, el guitarra, es un fuera de serie con las seis cuerdas. Yo soy el primero que debe seguir investigando, pero si os pica la curiosidad podeis visitar su Myspace, donde han colgado todas las canciones de su disco, editado en México. Los chicos de Marcalma me dejaron la sensación de ser un buen grupo, con muchísima proyección, y es que apenas llevan un año tocando juntos. Habrá que estar atento, os dejo un video que he encontrado de uno de los temas que tocaron, En tus manos.
En tus manos
Naive
Después de la media hora que duró la primera atuación las luces se desvanecieron mientras sobre el escenario había un movimiento frenético de instrumentos y cables. Tenía muchas ganas de ver por fin a Naive, y es que llevo un tiempo siguiéndoles la pista y además iban a aprovechar su gran noche para presentar en directo las canciones de su nuevo disco, All beauty must die...
Se hicieron esperar poco, y tardaré en olvidar la manera en la que arrancaron el concierto, con una luz tenue y el escenario ocupado de izquierda a derecha por un pedal steel, dos baterías, cantante, bajo, guitarra y teclados. La puesta en escena fue brutal, y consiguieron poner mi piel de gallina desde el primer momento. Un comienzo pausado, suave, en la que la voz de Juan Carlos me recordó por momentos (perdónenme los devotos) a la del mismísimo Elvis, aunque a lo largo del concierto mostró registros más vafriados.
Naive cantan en inglés, pero es que hacerlo en español sería ir en contra de su propia naturaleza, americana a más no poder. Beben del rock tradicional sureño del otro lado del charco, y lo plasman con una calidad y buen gusto brutales. Qué bueno encontrar grupos que hacen música así, y qué suerte tenerlos tan cerca, al otro lado del Ebro. En alrededor de tres cuartos de hora consiguieron acaparar mi atención de tal manera que apenas crucé palabras con mis acompañantes si no era para decirles cosas como brutales, cojonudos o qué pasada. Volviendo al principio del párrafo, os decía que cantan en inglés, pero no en ese inglés forzado y artificial tan común en este país, si no de una forma natural, agradable de escuchar.
A lo largo de su directo el rock americano, el folk e incluso el country se fundieron al son de mandolinas, guitarra acústica y eléctrica (he visto muchos guitarristas excepcionales a lo largo del festival, y David está sin duda entre los mejores), hammond, batería, percusión, bajo y pedal steel. Una banda maravillosa que se va a convertir en una habitual de este blog, con una colección de canciones fantásticas. Apuntad el nombre; Naive, de Logroño, para un servidor la sorpresa más agradable del Actual 2010.
Si quereis conocerlos un poco más visitad su Myspace, y así de paso comprobais que no exagero... Os dejo con una de las canciones que tocaron, Your love means nothing now...
Your love means nothing now
Arizona Baby
Aunque me moría de ganas por ver a Arizona Baby (más después de perdérmelos cuando visitaron Bilbao hace poco), no me habría importado en absoluto que los chicos de Naive se hubieran quedado un rato más, pero si hay algo negativo en los festivales es eso precisamente, que el tiempo escasea...
Los de Valladolid no necesitan mucho para ofrecer su show, y es que con un par de guitarras y un equipo de percusión son capaces de llenar todo un Palacio de los Deportes, como demostraron. Dispuesto a soltar mi melena al viento, bajamos a primera fila para poder bailar y ver de cerca a este grupo del que tanto se oye hablar úlimamente. Referencias no me faltaban, tengo el Second to none más que escuchado, pero me habían comentado que tienen un directo espectacular, y no mentían...
Para empezar, son unos pedazo de músicos, especialmente Rubén con la guitarra y Marcos con la percusión. Es impresionante lo bien que suenan y lo rápido que se mueven. Nunca les había escuchado hablar y me sorprendió muchísimo el showman que es Javi Arizona, un tío suelto como pocos, que siente cada acorde y palabra que expulsa y que consigue meterse al público en el bolsillo con su entrega y buen rollo. Es el típico tío que te involucra en el concierto irremediablemente.
Se presentaron en Logroño como los Reyes del desierto que nos traían oro, incienso y boogie, y durante una hora que se me hizo cortísima tocaron los mejores temas de su altamente recomendable último disco, además de alguna versión arizoneada y algún tema antiguo. Ouch, The truth, A tale of the West, Runaway y, sobre todo, Shiralee sonaron brutalmente bien y subieron la temperatura del pabellón muchísimos grados. Ese sonido arenoso y rockero que se trajeron desde Valladolid consiguió encender a todos los presentes.
Para mí, por ganas, ilusión y entrega los Arizona Baby firmaron una de las mejores actuaciones del festival, se les veía felices por estar en Logroño ante tanto público y nos correspondieron con un señor concierto que, como ya he dicho, me supo a poco. Se ve que ellos también se quedaron con ganas de más y prometieron estar pronto de vuelta en la ciudad para sudarnos encima.
Por cierto, al terminar su concierto estuvieron vendiendo merchandising de la banda y hablando con todo el que se acercaba (que fueron muchos), bravo por ellos. Seguro que ellos preferirían irse de vinos y tener a gente contratada para que lo hiciera por ellos, pero a mi estas cosas me gustan y me emocionan... Una putada que se terminaran los discos de vinilo delante de mis morros...
Os dejo el único video que grabé, Shiralee, no podía ser otra...
Shiralee
Eli Paperboy Reed
Con el Palacio de los Deportes lleno de humo y el eco de las cuerdas de los Arizona Baby vibrando en el ambiente, las gradas se fueron llenando para ver a uno de los cabezas de cartel del festival de este año, Eli Paperboy Reed. Siendo sincero y asumiendo mi ignorancia, no conocía para nada a este tipo. A medida que se acercaba el día mucha gente me comentaba lo afortunado que era y lo mucho que me iba a gustar, pero apenas había tenido tiempo de ver un par de videos y seguía sin hacerme a la idea de qué me podía encontrar exactamente...
Con una estética 100% americana, y después de una presentación muy al estilo de su país apareció Eli sobre el escenario, pulcramente vestido y arropado por una banda espectacular, los True Lovers. Seguramente la suya haya sido la voz más prodigiosa que yo haya podido escuchar en directo, es una especie de Amy Winehouse en masculino, un portento del soul que a veces juguetea con el funky y otros estilos y que cuando coge la guitarra sabe muy bien qué hacer con ella.
Todo sonó maravilloso, con un teclista espectacular (casualidades de la vida, era su primer concierto con la banda) y una sección de viento maravillosa. Eli se entregó y alargó el concierto hasta la hora y media, con bises e incluso una versión que cantó junto a la banda al más puro estilo gospel, bailando como si estuviera endemoniado y sumergiendo el Palacio de los Deportes en un aire cincuenta-sesentero. Todo, como digo, genial, aunque, siguiendo con la sinceridad, al final me resultó algo largo. Quizá fue por una sección de temas algo más lentos, por la hora o porque ya había visto tres grupos antes, pero mentiría si no dijera que miré el reloj más de una vez. Aún así, que no se me malinterprete, me encantó y, como digo, es una voz prodigiosa la que tiene este chico, música de etiqueta...
Y así, con la potencia y precisión de la voz del norteamericano se terminó una noche larga y rica en sensaciones. Mi última noche en el Festival me deja la impresión de que, una vez más, los organizadores se han superado, ofreciendo una variadísima propuesta cultural que, por cierto, ha tenido una gran aceptación. Ningún año había visto a tanta gente en los conciertos, y el éxito de esta edición ayudará sin duda a que el próximo año lo sigan mejorando. Hasta entonces, hasta pronto Actual...