Desde hacía varios días, coincidiendo con la llegada de la nave militar a la estación, se habían producido extraños sucesos tanto en la estación orbital como en el complejo minero. Un pico que se clava en un minero porque al compañero se le ha escapado de las manos, un suicidio inexplicable, brotes depresivos, falta de sueño y, en algunos casos, alucinaciones.Tras un breve tiempo intentando poner las cosas en su sitio, y tras oir unos extraños ruidos fuera del almacén y en el techo de este, los personajes decidieron salir para ver qué pasaba. Lo que vieron fue un espectáculo dantesco. Los trabajadores de la mina corrían despavoridos mientras otros trabajadores, de aspecto inquietante, corrían detrás de ellos con armas en las manos. Pero lo peor no estaba en los pisos superiores de la mina, que era más una especie de cantera, sino abajo, con ellos. Una extraña criatura estaba reanimando a los cadáveres, convirtiéndolos en monstruos asesinos que se abalanzaron contra ellos. Estos monstruos no fueron problema para ellos, sobre todo porque al acercarse a ellos salieron - - - - en los 4dF y un slasher clavó sus cuchillas óseas en el infector.Corrieron hacia la entrada de la excavación para encontrarse con la puerta cerrada. El ingeniero se puso al tajo e intentó abrirla mientras sus compañeros le cubrían. Por la escalera aparecieron tres slasher y un exploder que fue el objetivo del fuego de los personajes. Los disparos impactaron en su bolsa cubriendo todo de ácido, personajes incluidos. Consiguieron abrir la puerta, descubriendo que la habían cerrado desde la estación sobre la luna de Titán y no era un cierre de emergencia sino un cierre premeditado. Alguien les había encerrado allí abajo.Entraron al pasillo que llevaba a los edificios de la colonia minera y avanzaron con cautela. Entonces el DRI del ingeniero se activó y en la pantalla de vídeo apareció su madre pidiéndole auxilio pues estaba atrapada en la estación orbital. El problema era que su madre había muerto hacía tiempo y sólo él estaba viendo eso. Los efectos de la Efigie comenzaban a verse, y se hicieron más evidentes cuando tres slasher salieron de los conductos de ventilación buscando nuevas víctimas. Esta vez estaban en un lugar cerrado, oscuro, estrecho y los necromorphos eran enemigos peligrosos. El combate fue rápido y mortal, dejando a varios personajes con heridas graves y muy graves y la sensación de que sus armas no les hacían mucho daño a estas criaturas (lo cual era cierto). Tras el encuentro buscaron la enfermería para ocuparse de las heridas y, quizás, encontrar a otros supervivientes. Encontraron la enfermería cerrada y, tras los ventanales, apareció un médico. Llevaba una pistola en
Slasher
la mano y tenía la mirada perdida. Desde el otro lado del cristal le pidieron amablemente, pero con cierta insistencia, que abriera la puerta. El médico se negó. Enseñaron sus armas, intentando intimidarle para que abriera. El médico se negó. Enseñaron el explosivo que llevaban para que abriera la puerta. El médico se voló la cabeza con la pistola.Y así, un tanto conmocionados ante lo que acababan de ver, abrieron la puerta con las artes del ingeniero y entraron en la enfermería. La temperatura de la sala estaba más baja de lo normal, pero sus trajes les protegían del frío así que buscaron los botiquines para curarse las heridas. Sin embargo, algo llamó su atención. En el fondo de la sala, colocadas en dos hileras paralelas, encontraron cerca de veinte camillas con cuerpos encima. Tras quitar las sábanas que cubrían las camillas encontraron los cuerpos de varias personas con la cabeza cubierta y un disparo en la frente, ejecutados todos ritualmente según pudieron saber por el diario del doctor. Todos eran miembros de la Uniología, y sus actos correspondían a los dictados de su religión.Al menos las buenas noticias no habían desaparecido y el marine pudo contactar con su nave. Arriba la situación no era mejor y la colonia se había convertido en un auténtico infierno. Bajarían a por su compañero en diez minutos, así que tenían ese tiempo para llegar a un lugar despejado. Decidieron ir al hangar donde podrían ser rescatados. Al llegar allí vieron al supervisor de la mina subiendo a una de las naves. Las comunicaciones de vídeo de los DRI se encendieron y apareció el rostro del supervisor con cara de decepción, diciéndoles que no podían salir de la mina. Lamentablemente no llegó a terminar su discurso pues una enorme criatura atravesó una de las paredes del hangar y destruyó la nave donde huía quien, a todas luces, sabía que había ocurrido allí y por qué y se había llevado el secreto a la tumba. Pero tenían problemas más importantes ahora mismo y necesitarían algo más que sus armas para salir de esa situación. Algo como un taladro.El minero que, si no lo hemos comentado hasta ahora, era un hombre de color de cerca de ciento cincuenta kilos con problemas de espalda, se subió en el taladro, colocó los explosivos y se lanzó contra la criatura saltando del vehículo en marcha. La explosión que siguió a este heroico acto dejó bastante tocada a la criatura, pero no lo suficiente como para matarlo. Lo último que contempló Tyron con sus ojos fue a un Brute cargando sobre él.A sus compañeros no les fue mejor, pues cuando el Brute se abalanzó contra ellos el ingeniero quedó paralizado de miedo y el marine huyó hacia la seguridad que le daban los túneles del complejo minero. En ese momento llegó la nave de la marina para rescatar a su compañero. Dispararon al hangar para acabar con la bestia, y con todo lo que en él había. El ingeniero murió bajo el fuego de las ametralladoras de la marina sin poder hacer nada. El resto del grupo fue rescatado y tomaron rumbo a la Tierra junto con el resto de tripulación de la marina, lugar donde debían hacer la entrega de lo que llevaba la nave.
Exploder
Y esto es todo lo que dió de sí la partida de testeo, tanto del sistema como de la ambientación y la impresión que me dejó, aunque todavía está muy verde, es que es una ambientación muy dura con una elevada mortalidad. Básicamente o mueres o terminas loco, lo que me recuerda a La Llamada de Cthulhu. Además las plantillas de profesiones hay que repasarlas modificando los dones y las habilidades en las que gastar los PD, y dar un buen repaso a los necromorphos. Aun así creo que la misma sensación de desorientación, miedo, claustrofobia y desconfianza que hay en el videojuego se ha trasladado a la mesa, lo cual es bueno y es lo que quería conseguir.Del sistema sólo tengo una pega. ¿dónde están los explosivos? No los encontramos en ninguno de los manuales, así que tuve que improvisar un FO y un radio para la explosión. Del resto, ni una queja. Cada vez me gustan más los sistemas que le dan la oportunidad a los jugadores de incluir elementos en la trama. El taladro o el detector de movimiento salieron de un uso de los puntos FUDGE junto con la imaginación de los jugadores, y eso es bueno, muy bueno, y me encuentro muy cómodo dirigiendo este tipo de juegos.Cacería de Bichos aprueba para esta ambientación, aunque las reglas de terror sean mortales de necesidad y los necromorphos una bestias pardas. Estos últimos puntos ya quedan a mi propio criterio para la ambientación, así que intentaré que sigan siendo desafíos duros para los personajes pero que no acaben siendo una TKP.Brute, the final boss