Como véis, y es lo que me gusta de estos sistemas, es que los jugadores ya marcaron algunos puntos

by DALE GRIMSHAW
de la ambientación. Espíritus feéricos, por lo que también hay hadas, harpías, libros que la gente no debe leer y monstruos que acechan en la oscuridad. El desarrollo de la sesión fue sencillo. Desapariciones de niños en Hell’s Kitchen y el culpable siempre era, o parecía ser, el padre que, además, era divorciado. Unas semanas antes había desaparecido otro niño, apareciendo su cadáver con signos de ahogamiento pero sin una gota de agua que lo demostrase. La investigación, tirando de rumores y leyendas urbanas del barrio, les llevó a descubrir un viejo fantasma conocido como La Llorona, que a mediados del siglo XVIII raptó y asesinó a varios niños haciéndose pasar por una niñera. Como en todas las leyendas algo de verdad hay y, al final, resultó que el fantasma ponía a prueba a los padres para demostrar que eran dignos de sus hijos. Al final el padre debía elegir entre su vida o la de su hijo. El primer padre no pasó la prueba, y este segundo estaba a punto de fallar hasta que intervinieron los personajes, provocando que el hombre se disparase en la cabeza para evitar que su hijo saliese herido.Yo no sé si los jugadores se lo pasaron bien, aunque espero que sí. Yo desde luego disfruté mucho con la libertad con la que interpretaron y se movieron por la historia (que no era más que Heavy Rain con elementos sobrenaturales). Algunos no tenían del todo bien sus hitos, pero se compensó con la interpretación. Si hubiéramos tenido más tiempo quizás habría pedido corregir esas partes de las fichas, pero como el reloj jugaba en nuestra contra obvié ese detalle ya que supuse, y al final acerté, que las complicaciones sí que se iban a emplear a tope y el mercado del drama iba a estar vivo, como así fue. Para la próxima sesión con este sistema habrá que dedicar más tiempo a los personajes.
Como piedra de toque para entrar en una campaña de Cultos Innombrables, que es mi siguiente objetivo, ha funcionado bien muy bien. Ya habíamos probado el sistema con La Mirada del Centinela, así que no ha venido mal salirse de la ambientación de los vigilantes y meter toques sobrenaturales para probar el sistema de locura.
