Hoy, después de releer varias veces todos los relatos participantes y de contrastar puntuaciones con mis dos moderadores, podemos saber qué dos usuarios recibirán en su casa un ejemplar de La mecánica del corazón de Mathias Malzieu, cortesía de Random House Mondadori.
Tengo que decir que la decisión no ha sido nada fácil. Había varios relatos con puntuaciones muy parecidas, pero finalmente los ganadores son…
¡ Cosar99 y Katniss Aramys !
Muchas felicidades a los ganadores ^^. Los tres finalistas han sido: Aramys Katniss, Aurige y Myriruiz. Podéis leer los relatos después del corte. Los ganadores tienen 1 semana de plazo (hasta el día 31 de Diciembre inclusive) para reclamar su premio. Si no lo hacen, renuncian a él y se elegirá un nuevo ganador. Para reclamar el premio deberán enviar un e-mail a cargadadelibros[arroba]gmail[punto]com o enviar un MP en el foro de CDL^2 al usuario “lalagonca“.
Además, los ganadores y los finalistas se llevan una medalla en el foro de CDL^2 que se acumula a su perfil.
¡GRACIAS A TODOS POR PARTICIPAR!
[Edito 01/01/2010: Como ha pasado el plazo para que los ganadores reclamen su premio y Katniss no lo ha hecho, el nuevo ganador es Aramys. Lo siento por Katniss pero las normas son las normas. ¡Felicidades a Aramys! Tienes también una semana de plazo para reclamar tu premio.]
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RELATOS GANADORES:
- Infeliz Navidad, por Cosar99:
El hombre barbudo y gordinflón se deslizó con dificultad por la chimenea de casa de Carlitos. La mecánica era sencilla; aprovecharía el sueño del niño para ponerle los ansiados regalos bajo su árbol de Navidad, como hacía con todos los niños del barrio. Esta vez, algo salió mal. Al asomarse al salón vio a tres individuos, uno de ellos de color, charlando animosamente en el sofá. Los conocía; sabía que también traían regalos. “A partir de ahora, trabajaremos en Nochebuena”, dijo el de la poblada barba blanca. Escuchar esta frase le rompió el corazón. Eran tres contra uno, y él saldría siempre perdiendo. Esa noche descubrió que su jubilación se había adelantado.
- Pantalones cortos en invierno, por Aramys:
El hombre barbudo y gordinflón se deslizó con dificultad por la chimenea y aterrizó sobre un enorme ciervo de porcelana que Margaret Loors tenia a modo de adorno. Margaret no oyó como Farley Driblette hacia pedazos el souvenir que su hija le había traído de Canadá las navidades pasadas, no lo oyó porque Margaret era sorda. Farley abrió los ojos como platos mientras, incrédulo, sentía como se le dormía el brazo derecho y en el pecho empezaba un dolor imposible. Un minuto después, Farley, ratero de profesión, cayó desplomado hacia delante y murió. La mecánica de un reloj cercano marco las 12, hora en que el corazón de Farley se paro.
RELATOS FINALISTAS:
- El mecánico con corazón, por Katniss:
El hombre barbudo y gordinflón se deslizó con dificultad por la chimenea hasta que llegó a la casa en cuestión. Quizá los que vivían en ella no tenían mucho dinero, aunque sí un gran corazón. Ese día estaba vacía por que habían ido a celebrar la Navidad a casa de unos parientes. Con sus grandes conocimientos de mecánica, el hombre, para comprar los regalos a sus hijos, consiguió abrir la caja fuerte y observo lo poco que había. Al parecer esas personas estaban en una situación parecida a la suya. Así que decidió salir por la puerta trasera y buscar otra manera con la que hacer felices a sus hijos.
- El mundo hace ris-ras, por Aurige:
El hombre barbudo y gordinflón se deslizó con dificultad por la chimenea. Intuía que iba a ser tarea complicada, pero ni el más perspicaz de sus elfos imaginó cuánto… Aquel año, el barbudo de corazón siempre joven, triste por lo feo que se había vuelto el mundo, se descuidó. La barba, hasta entonces bien recortada, le caía hasta los pies; y la barriga, antes redondita y graciosa, ahora parecía un timbal. Y así sonó cuando se atascó: como la mecánica de un reloj de cuco sin cuco. También se escucharon el “ris-ras” del traje rasgado y el “oooh” asombrado de dos pares de ojos que aguardaban al pie de la chimenea.
- El juego, por Myriruiz:
El hombre barbudo y gordinflón se deslizó con dificultad por la chimenea. Sacudiéndose el hollín de la ropa se alegró de haber superado la primera prueba. Se plantó delante de la Sra. Barrat y notó como su corazón se aceleraba cuando sus ojos se posaron en su collar. Recordó haberlo visto antes pero le resultaba difícil ubicarlo. Pensó y pensó, antes de pasar al juego de dados. La mecánica era sencilla, lanzarlos contra la mesa y esperar el resultado. De repente recordó el collar y la cabeza que lo portaba rodando sobre la moqueta del salón de dados. Pero ya era tarde, los dados giraban en el aire, la suerte estaba echada.