Revista Política
La iniciativa fue aprobada con 135 votos a favor, 59 en contra y 42 abstenciones.
La Cámara de Diputados convirtió en ley durante la madrugada de este jueves el proyecto del Poder Ejecutivo por el cual se convalida el acuerdo alcanzado con la empresa española Repsol por la toma del control estatal de YPF, con el 51 por ciento de las acciones de la firma. En una votación que arrojó 135 votos positivos, 59 negativos y 42 abstenciones, el Congreso completó así el trámite parlamentario del proyecto, que recibió media sanción del Senado el 27 de marzo pasado.
La iniciativa fue respaldada por el Frente para la Victoria, por los aliados del Frente Cívico de Santiago del Estero, de Nuevo Encuentro, del Movimiento Solidario Popular, del PJ La Pampa y por una de las integrantes del Movimiento Popular Neuquino (MPN). También apoyaron el proyecto oficialista, diputados opositores como los dos referenciados en el sindicalista Hugo Moyano, los dos del MPN no alineados con el gobierno de su provincia.
En contra lo hicieron bloques como radicalismo, el Frente Amplio Progresista, UNEN, Unidad Popular y el Frente de Izquierda, entre otros; en tanto que se abstuvieron los representantes del PRO, del Frente Renovador y de Compromiso Federal.
La votación se realizó tras casi 16 horas de debate en los que se escucharon más de 120 discursos de los representantes de la veintena de espacios con presencia en la Cámara.
En el inicio del debate, pasado el mediodía de ayer, el diputado Mario Metaza (FPV-Santa Cruz), presidente de la comisión Energía y Combustible, aseguró que el acuerdo con Repsol por YPF “consolida la confianza en el país” y otorga “un clima favorable de inversión”. Dijo que se trata de un acuerdo “tremendamente beneficioso, con una conclusión de manera amistosa, que pone fin a las causas judiciales”, y sostuvo que “el eje central es la recuperación del control de YPF por parte del Estado con la expropiación del 51 por ciento de las acciones”.
Por su parte, el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Roberto Feletti (FPV), aseguró que el acuerdo alcanzado con Repsol “es trascendente” para “tener un flujo de inversiones que a futuro permita desarrollar un aspecto clave como es la actividad energética”.
Por el radicalismo, el presidente del bloque, Mario Negri, justificó el voto negativo en tres cuestiones: “primero, en la tasación realizada por el Tribunal de Tasación de la Nación; segundo, en la subvaluación de los pasivos ambientales y ocultos; y tercero, en el precio que se terminara pagando a Repsol”.
En tanto, por el Frente Amplio Progresista, la diputada del GEN Margarita Stolbizer consideró que “la expropiación votada por el Congreso conlleva, necesariamente, el pago de una compensación económica”.
“Pero el acuerdo es malo porque el precio es exageradamente alto y no se encuentra justificado; porque primero llegaron a un acuerdo con la empresa sobre el monto de la compensación y luego amañaron la tasación del Tribunal para convalidar lo que ya habían arreglado”, agregó.
En el mismo sentido se expresó Martín Lousteau, de Unen, al remarcar que “no tenemos una tasación que nos despeje las dudas. Podemos tranquilamente deducir que primero hubo un acuerdo y después una valuación; porque cuando uno compara con precios alternativos, hay un claro indicio de que hay sobrevaluación”.
El ex gobernador chubutense Mario Das Naves, del Frente Renovador afirmó que “este es un discurso que tiene que ver con las vivencias” y admitió que en algún momento dudo “entre votar positivo o en abstención”, aunque inmediatamente aclaró que optó por esta última opción “para ser coherente con esa pelea histórica de los gobernadores” de las provincias petroleras.
Federico Pinedo, presidente del bloque PRO, adelantó la abstención de su bloque “para que Argentina no quede como un país que no cumple con sus obligaciones”, aunque condenó lo que consideró como “una amnistía a Repsol por los daños ambientales”.
A su turno, Claudio Lozano dijo desde Unidad Popular: “Nosotros rechazamos y repudiamos este acuerdo dado que no se han defendido los intereses nacionales” y “es un premio para una empresa que vació YPF”.
En el cierre del debate, la presidente del bloque kirchnerista, Juliana Di Tullio, enfatizó: “Vimos con asombro que quienes nos acompañaron en esta decisión estratégica de la presidenta de volver a tener el 51% de las acciones en manos del Estado argentino, hagan verdaderas peripecias para oponerse a un acuerdo que creemos a todas luces que es bueno para la Argentina”.
“Lo más importante de este acuerdo es que nos abre la posibilidad del futuro. La posibilidad de tener una política energética y autoabastecimiento como merece nuestro país”, remarcó la diputada, al tiempo que cuestionó “estas piruetas que vemos que hace la oposición para no acompañar, para votar negativamente o abstenerse, que es lo mismo”.
“Es muy grave e irresponsable que la oposición no acompañe este acuerdo. Además nos parece que es grave políticamente”, insistió.
En el acuerdo firmado con Repsol, el gobierno argentino se comprometió a promulgar antes del 1 de mayo la ley votada por el Congreso, con el aval al acuerdo y la autorización para la emisión de los títulos públicos que serán destinados al pago del resarcimiento, además de los avales de garantía.
El entendimiento entre el gobierno argentino y Repsol fue el fruto final de las negociaciones encaradas a partir de fines de noviembre último, luego de que ambas partes firmaran un acuerdo previo que contó con el aval de los principales accionistas de la compañía y de los gobiernos de España y México.
El acuerdo contempla una compensación de 5.000 millones de dólares en títulos públicos por el 51% del capital accionario que tenía Repsol en YPF al momento de la toma de control estatal, y el compromiso de ambas partes de dar de baja los reclamos judiciales iniciados a causa de este litigio.