“María” apenas tenía 16 años cuando, en un estudio rutinario, se enteró de que estaba esperando un bebé.
La joven –a quien no se le identifica por ser menor de edad- tuvo que confesarle a su pediatra que el padre de la criatura era de su padre
biológico, Rafael García Ferreira.
Y así lo corroboraron las pruebas de ADN que se le practicaron al feto, que tenía 16 semanas de gestación cuando la adolescente decidió poner fin al embarazo.
Ayer se le radicaron dos cargos de incesto al hombre, de 45 años.
La jueza María Luz Rodríguez Cruz, del Tribunal de Bayamón, encontró causa para su arresto y le impuso una fianza de $1.6 millones que no pudo prestar, por lo que fue ingresado a la Cárcel Regional de Bayamón anoche mismo.
Según la investigación, García Ferreira no vivía con la madre de su hija biológica ni con sus otros cinco hijos.
No fue hasta septiembre de 2009 cuando se mudó con ellos, y los actos contra la joven comenzaron en enero de 2010.
Las agresiones sexuales se extendieron desde septiembre de 2010 hasta marzo de 2011.
Se supo que la agredía en el hogar en el barrio Puente Blanco, en Cataño, y en un restaurante que él tenía en el mismo municipio, pero ya no trabaja allí.
La vista preliminar se citó para el 4 de abril.
Rafael García Ferreira, de 45 años, es conducido por oficiales después de que le presentaran dos cargos poe delito de incesto.