Reconocida como una de las mejores obras para orquesta del siglo XX, el Adagio para cuerdas de Samuel Barber es la pieza más conocida de este compositor estadounidense. Aunque en origen era el segundo movimiento del Cuarteto de cuerdas Op. 11 (que compuso con 28 años), a petición de Arturo Toscanini, hizo un arreglo para orquesta. Además se ha utilizado en varias películas (Amelie, Platoon) y en el emotivo homenaje a las víctimas del World Trade Center.
Fue precisamente Arturo Toscanini el director encargado de estrenar la obra en Nueva York. Y sobre esto hay una curiosa anécdota. Al parecer, Barber envió las partituras al director a principios de 1938 y este las devolvió sin ninguna anotación o comentario. Barber se enfadó y no le dirigió la palabra hasta que descubrió que tenía la intención de estrenar su obra y que la razón por la que le había devuelto las partituras es porque ya se las había memorizado (gracias a su increíble memoria eidética). El adagio de Barber se estrenó el 5 de noviembre con la Orquesta Sinfónica de la NBC.
Cerrad lo ojos y seguid la suave línea melódica. Al principio los violines, luego las violas, al final los chelos… ¿se os ponen los pelos de punta, os invaden multitud de emociones, alguna lágrima se escapa de vuestros ojos…? Si es así, entonces estaréis escuchando el adagio tal y como Barber lo escribió.