Domingo, 25 de julio de 1982.
Rafael Peralta acaba de torear en la plaza de La Línea de la Concepción. Tras la faena, se dirige a Punta Umbría, donde veranea junto a su familia. Al no existir una buena vía que comunique directamente las provincias de Cádiz y Huelva, se ve obligado a pasar previamente por la capital de Andalucía, Sevilla, para -desde allí- poner rumbo definitivamente a la costa onubense.
Alrededor de las cuatro de la madrugada, cerca del conocido cruce de La Bota, observa unas luces intermitentes sobre la arena de la playa. Pensando que podía tratarse de un accidente, Rafael decide disminuir la velocidad hasta detenerse totalmente a escasos metros de aquellas luces. Tras bajar del coche se dirige hacia el lugar, pero a medida que se va acercando, el estupor crece en su interior, lo que le hace detener sus pasos a medio camino.
Frente a él, a la derecha del objeto que desprendía aquellas extrañas luces, descubre un individuo de aspecto humanoide y altísimo, que parecía no tener brazos. Su cabeza, de aspecto metálico y cuadrangular, no presentaba cabellera, mientras en su rostro no se advertía facción alguna.
Pero, como siempre en este tipo de casos, lo mejor será escuchar lo sucedido de boca del propio protagonista.
Como diría el mismísimo Iker Jiménez, “ahí lo tienen. Inquietante ¿Verdad?”
Nosotros, con esta descripción, hemos pensado que aquel humanoide podría ser algo así:
Pero… claro, nosotros somos muy sevillistas y nos puede engañar nuestro subconsciente, por lo que decidimos continuar investigando este asunto. Y nos pusimos manos a la obra.
Algunos años después….
José Verdú, alias “El Penumbra” aparece en un programa de televisión para contarnos lo siguiente:
Sí, han oído bien. De nuevo en la provincia de Huelva ocurren extraños sucesos, pero esta vez aparecen por ahí los nombres de Adán y Eva relacionados con la considerada cuna del fútbol patrio, Riotinto.
Adán, Eva, tres tetas, Riotinto, plata… y -de nuevo- todo ello en la provincia de Huelva ¿Qué era todo aquello? ¿Qué podría significar? ¿Tendría alguna relación con el mundo del Fútbol? ¿Quizás con el Sevilla FC?
En nuestro afán por llegar a la verdad, decidimos continuar con nuestras pesquisas.
23 de abril de 1996
Casualmente (o no), nos encontramos de nuevo en la provincia de Huelva, en concreto muy cerca del cruce de Mazagón y Palos de la Frontera, localidad del Reino de Sevilla de la cual partieron las naves de Colón para descubrir el Nuevo Mundo.
Sí, efectivamente, aquel día se produjo un nuevo y extraño suceso relacionado con el mundo de los OVNIS. Se trataba de un nuevo avistamiento que mereció incluso ser recogido por la mismísima, prestigiosísima y avaladísima revista Expedientes Secretos, una publicación que se entregaba gratuitamente, como obsequio, junto a la no menos prestigiosa revista Tele Indiscreta. Fue concretamente en el Nº7 de esta publicación donde se recogía aquel nuevo avistamiento. Para hacernos una idea, aquel numero también recogía el caso de Dionisio Llanca, el primer abducido investigado con suero de la verdad; La fabricación de armas contra extraterrestres por parte de EEUU; el caso del OVNI que repostó (sí, no es coña) en una granja de Gran Bretaña; el caso de Fernando Sanz, un hombre de Móstoles que fue abducido al salir de casa y a quien los extraterrestres le enseñaron como se elevan sus naves…
Pero, volviendo al avistamiento del 23 de abril de aquel año 1996, también recogido por el diario Huelva Información un par de días más tarde, José Antonio Mayo Abargues, tras entrevistar al protagonista de dicha experiencia, nos ofrecería el siguiente testimonio:
“Eran las doce menos diez. Como todas las noches, mi novia y yo nos dirigíamos a Mazagón, donde vive ella... En el kilómetro 1 del cruce de Mazagón y Palos de la Frontera divisé a mi izquierda, sobre unos pinos y a una distancia de unos 100 metros, una sucesión de tres o cuatro luces rojas que se desplazaban a poca velocidad. De improviso, se quedaron paradas en el otro lado de la carretera, a una altura de unos 30 ó 40 metros...” ¿Qué tamaño podrían tener? -“Las dimensiones de un autobús”, señaló el testigo sin dudarlo. Al final, “se dirigieron hacia el mar siguiendo una trayectoria oblicua ascendente, a una velocidad increíble que pronto me hizo perderlos de vista...” Ni Bernardo ni su novia podían dar crédito al fenómeno que acababan de observar durante 20 segundos desde su vehículo. “Yo era una persona que no creía mucho en estos temas”, terminaría confesando. Hoy, piensa de forma diferente.
26 de enero de 2015
El mismo protagonista, jefe de prensa de algún equipo cercano, el del avistamiento OVNI acaecido en 1996 –de repente– soltaba la siguiente afirmación a través de su cuenta de Twitter:
Ahora sí, ya no cabía ninguna duda. Todo comenzaba a encajar. Seguro que lo que decía estaba relacionado con las palabras de “El Penumbra”, con aquello de Adán y Eva. De nuevo Huelva en el camino. Todo comenzaba a cobrar sentido tras las palabras de este hombre, por lo que hemos llegado a las siguientes conclusiones:
- La palabra Gruaaaaaaaabbbbbb que Peralta escuchó de aquel humanoide con cuerpo similar a una Copa de la UEFA eran una premonición de lo que estaba por llegar: La Copa de la UEFA
- El Penumbra lo anunciaba en clave, tan sólo unos años después: Adán y Eva fueron centrales del Sevilla FC y las tres tetas simbolizaban que no sería sólo una, sino tres las Copas de la UEFA que ganaría el Grande de Andalucía.
- Por último, nuestro protagonista del último avistamiento lo corroboraría: tres o cuatro luces rojas del tamaño de un autobús y… “Adán y Eva jugaron en el Sevilla”