Adán y eva: el sexo vende

No vamos a negarlo, el sexo vende, mucho.
Cuatro lo sabe y ha adaptado este formato a España con el reclamo y única novedad de que la gente sale desnuda. Oooooooohhhhh, ¡una teta!, oohhhhhhhhhhh ¡una polla!, oooooooooooohh ¡un chichi!.
¿No habéis visto nunca una serie on line? Ahí si que salen de estas a mansalva cuando quieres ver algo.
La España paleta y la curiosa nos mezclamos ayer en ese horario para comprobar que podría ofrecer de nuevo ese programa. La respuesta es clara : NADA.
Una presentadora sosa y que sale poco. Es de esas que te suena su cara pero que no recuerdas su nombre. Me agrada su tono de voz pausado aunque quizás a esas horas nocturnas era demasiado pausado.
La idea es que unas personas que no se conocen descubran en unos días a sus "medias naranjas" (al estilo creíble de Mujeres y Hombres y viceversa). Para ello van en pelotas (que es lo que lo hace diferente) y se supone que lo que verán será el alma y no el rabo y el toto.
Se conocerán interiormente: MENTIRA.
Es un programa mal guionizado, simple y que parece hecho con prisas.
El ¿episodio? de ayer duraba menos de dos horas, empezó y acabó, os lo resumo.
Llega una fea de Zaragoza de 21 años pintada como una puerta que dice que ella "sólo quiere un tipo con dinero, con coches caros y que la mantenga". Luego llega un camarero andaluz con cejas depiladas que lo que quiere es mojar el churro sin comprometerse, es como cuando va de putas pero gratis y encima le pagan por enseñar eso pequeño que le colgaba. No se gustan, pero como creen que estarán solos piensa el muchacho que "en caso de guerra todos los agujeros son trincheras". Ella le dice que en la primera noche no folla y le rechaza ¡¡ja ja ja!!. Luego viene una niña mona con ojazos y calle, tatuada y decidida. La fea se pone celosa porque los otros dos se besan. Para finalizar viene un pavo pelirrojo gracioso y feucho, con mucho verbo. La fea despechada queda con él y supuestamente zumban, supuestamente. La fea se olvida de sus principios y el pelirrojo no se da importancia y quiere hacer "doblete". La guapa prefiere al "cejas depiladas" que al "pelo de panocha". Echan a la fea en un juego absurdo, que se lleva una imagen de tonta, busca-braguetazos, guarrilla y el pelo sucio. El pelirrojo dice que a él le mola la guapa (le he visto en más programas de tv seguro). La guapa tiene que elegir y se queda con el camarero de cejas depiladas. A los pocos días (y con ropa) él tiene que decidir si empezar una historia de amor con ella (me descojono, en serio, me descojono, intento ser serio pero no puedo). Dice que tiene miedo al compromiso pero como en el guión dice que tiene que irse con la guapa, se va. Al salir del plató cada uno queda con su pareja en la vida real y listos. Antes se prueban sin cámaras, paga la productora la habitación.
Todo con prisas, todo basado en cuerpos desnudos como reclamo, todo alejado del 2014 y más cercano a las películas de Alfredo Landa del destape. Es un programa rancio y casposo.
Consiguieron su objetivo, "trending topic", muchos espectadores viéndolo (muchos no repetiremos) y unas cuantas pajillas en las casas de esos que pasan más hambre que Falete en un Kebap vegetariano.
La televisión es esto : entretenimiento tratando de llamar la atención de la gente. Si os ha gustado me alegro, yo para el siguiente martes me veré los capítulos atrasados de Breaking Bad.
Dos concursantes discutiendo sobre su percepción de "La insoportable levedad del ser" de Milan Kundera y de la capacidad de los moluscos para adaptarse al medio mediante la mimetización.