Revista Sociedad

Adela, un transexual de Caibarién, será la primera cubana con cambio de sexo que ostenta un cargo público

Publicado el 16 noviembre 2012 por Jediloy @jediloy

Adela,  un transexual de Caibarién, será la primera cubana con cambio de sexo que ostenta un cargo público“Toda mi vida me he sentido una mujer de pensamiento y acciones ligadas, atrapada cruelmente en este cuerpito de varón que no pedí”.
Espera en Cuba por una cirugía de reasignación genital para realizar el sueño de su vida: contraer matrimonio con el hombre que la ama, un joven de 21 años.
“Llámame Adela, que me es más familiar. Y confianzudo. Hoy todo el que vino a votar ha pasado por mi casita a preguntar por mi verdadero nombre. No me conocen sino como ADELA, LA ENFERMERA”
Se llama Adela, pero en realidad era José Agustín Hernández González, una transexual cubana fue elegida delegada en las últimas elecciones municipal de gobierno (Poder Popular) en Cuba por la localidad portuaria de Caibarién, en la central provincia de Villa Clara. Adela ha pasado de un anonimato intrínseco a convertirse en el primer transexual con un cargo público en Cuba.
La noticia circula en la red de la mano de los blog Paquito, el de Cuba y Red Observatorio Crítico.
Adela tiene 48 años y labora como enfermera especializada en electrocardiogramas en el hospital de Caibarién, ciudad costera situada al norte de la isla. Su triunfo en las elecciones locales fue por abrumadora mayoría en una segunda vuelta electoral por la circunscripción No. 5 de Caibarién. Adela ganó a otros dos candidatos con una diferencia de casi 100 votos (270 contra 180), el domingo 4 de noviembre, luego de que en la primera vuelta de los comicios, el 21 de octubre, ninguno de sus oponentes obtuviera el 50% más uno de los votos requerido. En esa primera ronda, Adela ya se daba por virtual ganadora con 240 votos, el 36 por ciento.
La transexual política cubana que ha vivido de la noche a la mañana un  cambio de su aceptación social, hace 14 años se emplea en el Hospital General de Caibarién, adonde llegó como auxiliar de limpieza, luego fue asistente de enfermería, enfermera y ahora es la técnica de electrocardiogramas erigida en la primera transexual cubana con cargo público. Adela (José Agustín) vivió en carne propia la homofobia cubana de dos décadas atrás cuando fue condena a dos años de privación de libertad entre 1980 y 1982, por ser transexual. La Sanidad Pública de la isla le impidió también donar sangre en gesto humanitario como medida preventiva de una vieja política discriminatoria hacia las personas homosexuales.
Aún así, Adela, erigida ahora en estandarte político de la sociedad que la eligió, manifestó su optimismo y agradecimiento a la comunidad donde vive y de la que ahora es una representante de gobierno. Según cuenta Paquito, el de Cuba, aunque Adela no tiene un diagnóstico médico de transexualidad, desde su más temprana niñez adoptó una identidad de género femenina, en la juventud fue artista transformista y manifiesta interés en una posible cirugía de reasignación genital para realizar el sueño de su vida: contraer matrimonio con el hombre que la ama, un joven de 21 años.
De acuerdo con la legislación cubana, Adela podría ser nominada ahora por las comisiones de candidaturas para las próximas elecciones a la Asamblea Provincial (Gobierno) de Villa Clara o hasta para la nómina de diputados la Asamblea Nacional (Parlamento) cubano, órganos de gobierno que Cuba justifica que hasta el 50 por ciento de sus integrantes tienen que provenir de la base. Cuba ha comenzado a cambiar y Adela se está riendo de la discriminación. En una extensa entrevista que publicaPedro Manuel González Reinoso, en Red ObservatorioCrítico, Adela es citada como “un homosexual confeso, travesti notorio, transexual plenipotenciario y archiconocido en el ámbito municipal por sus méritos humanos, su simpatía y su desplante ortodoxo, así como por la ostentación desprejuiciada de su condición”
Sin embargo, el mismo sitio critico el “largo historial de 48 años de adversidades, inadaptaciones, prevalencias” homofóbicas, lo que denota que la discriminación sexual tiene en Cuba sus lagunas y solo ha dejado de ser.
Esta fue su narración obligada a Red ObservatorioCrítico, porque aunque él se sienta Adela, en Cuba sigue figurando como Agustín: “Me llamo José Agustín Hernández González. Soy enfermero especializado en electrocardiogramas del Hospital Gral. María Escobar Laredo en Caibarién. Laboro allí desde hace 14 años. Primero como auxiliar de limpieza, luego como asistente de enfermería, más tarde como enfermero y ahora ya como técnico entrenado en esto que hago con los corazones ajenos: tratar de diagnosticarlos antes que se me apaguen en el monitor”.
A José Agustín se le apagó hace tiempo el motor de su masculinidad, porque sencillamente, es transexual. Quiere hacerse una cirugía de reasignación genital para realizar el sueño de su vida: contraer matrimonio con el hombre que la ama, un joven de 21 años.Adela,  un transexual de Caibarién, será la primera cubana con cambio de sexo que ostenta un cargo público“Mi padre ha sido
el peor enemigo” El testimonio de Agustín-Adela es revelador: “Mi padre no quiso saber mucho de mí, por tan evidente amaneramiento. Mi madre tenía que robarle dinero para que yo comiera, y me llevara algo extra cada 15 días de internamiento, a la escuela. No deseaba volver nunca a casa, por tal de no verlo sufrir (a su padre) con ganas de triturarme. Siempre digo que mi padre ha sido el peor enemigo que tuve… y no creo que esa justipreciación por dicha, me convierta en un ser inicuo al valorarlo así. Me odiaba ferozmente”.

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