Os dejo con una reflexión que le viene a uno de mis más antiguos acompañantes por esta senda. Hace tiempo que lleva en retiro para reflexión personal, pero vuelve… Y cada vez que vuelve hace que tiemblen los pilares de la tierra.
Para ello, os dejo con la reflexión tal cual la dejó él en mi bandeja de correo.
Hola Sergio
Al hilo de tu segundo post te envío unas reflexiones que hace tiempo que tenía en el tintero sobre el particular, dispón de ellas como te plazca si procede.
Me quedo en el principio del post.
Creo que son de los primeros pasos que damos al intentar reinventarnos:
“No tengo ligues, ni interacciones, ni Cristo que las fundó; conclusión: ALGO ESTÁ MAL.“
1.- “Estoy gordo, en baja forma, bla, bla, bla… Solución: Al gimnasio, correr, fitness, dieta, abdominales, la Men’s Health de los c… y su p…m.”
2.- “Me viste mi madre, no se combinar ropa ni colores, ni se que me debo poner, y bla, bla, bla…. Solución: Busca por la red, te informas, vas de tiendas, te pruebas, etc..
3.- “No estoy en onda de nada, sigo escuchando a Nirvana/Iron Maiden/Loquesea, leyendo a H Potter/Sven Hassel/Tolkien/Loquesea y de cine, ni hablamos…
Solución: Te compras el Esquire, te lees los suplementos dominicales, (El País semanal y similares) y así tienes temas cool de los que hablar e impresionar…
Fase II: A la vista de la ausencia de resultados…
4.- “No me se expresar, no comunico, no intereso, no… (joder… todo noes…) Solución: PNL, tapping, Lenguaje corporal, expresioón no verbal…”
Y… pues mas de lo mismo.
Todo esto está muy bien, es lo que algunos llaman juego externo. Al principio nos tiramos a esta piscina pensando que en todas estas facetas está la solución y eso no es cierto, es puro autoengaño, la autojustificación a la que nos agarramos autoconvenciéndonos de que realmente estamos haciendo algo, que nos estamos esforzando, y lo único que hacemos es abrillantar un violín Stradivarius día a día, pero no le sacamos ninguna nota, no suena canción alguna.
Luego asumes que todo esto que haces es condición necesaria pero no suficiente para lograr lo que deseas, algo falta.
FALTAS TÚ
Si, tú, el de verdad, el que no se quiere, el que está muerto de miedo, el que no entiende nada, el que está tan absorto en CÓMO se mueve, en cómo luce, el que calcula hasta la última coma todo lo QUE dice y CÓMO lo dice, que se ha olvidado de lo que es disfrutar, conocer, conversar, sentir, VIVIR.
Todos estos pasos no son malos, pero no es condición necesaria, simplemente es VALOR AÑADIDO. Es obvio que estar en forma es mejor que no estarlo, tener un aspecto elegante y cuidado es mejor que no tenerlo, y que el saber no ocupa lugar, y si aprendes a comunicar, pues mejor que mejor pero mientras no te encuentres en tu propia piel no hay alquimia que valga, nada.
Te seguirás preguntando “qué es lo que hago mal” y la respuesta no está en lo que haces sino en quien o qué eres y si tú no lo sabes… Ellas están demasiado ocupadas en tragar sus propios miedos, si… MIEDO, todo el mundo tiene miedo, pero pensamos que la hierba siempre es mas verde en el prado ajeno y lo cierto es que todo el mundo se siente solo, todo el mundo se queja, la carga de tristeza que arrastra la gente es espectacular, y no, no es solo por la “crisis” de los coj… Que cuando llueve lo hace para todos.
Y el miedo no es atractivo.
Imagínate que estás en un túnel en llamas ¿A quién te unes para salir de él?
A alguien tan cagado y paralizado por el miedo como tú, o a ese bombero de calendario al quien el “animal” (así le llaman al fuego, irracional e impredecible) también le acojona, pero sabe lidiar con él, conoce su miedo, lo asume y hace suyo, y eso le permite avanzar y resolver. El miedo es endógeno, no es algo que nos inoculen, es algo que nosotros mismos generamos.
Por hoy ya vale, ya hablaremos.
Un abrazo
Nightcrawler
Ante este magnífico apunte del compañero, poco me queda por añadir. Quizás hacer notar que el bombero de calendario no se enfrenta a su miedo por tener un físico potente, sino porque es lo que ha escogido hacer, a eso se dedica (es decir, tomó la decisión de salvar a otras personas a costa de ponerse en riesgo él mismo).
Esa es la diferencia entre las personas que triunfan y las que fracasan. Todos tomamos miles de decisiones diariamente, muchas de ellas insignificantes pero potentes en conjunto. Muchas veces rechazamos tomar las decisiones adecuadas, por miedo.
Yo desde aquí sólo te puedo decir, que si decides enmascararte tengas mucho cuidado. No mientas sobre quién eres en realidad o será algo que pesará sobre ti siempre. Cualquier máscara que te quieras poner se terminará cayendo y rompiendo, pero no solo se romperá la máscara, también se romperá tu credibilidad y eso es algo muchísimo más difícil de recuperar. ¿Realmente crees que merece la pena jugársela en algo así?
Y ya finalmente te diré también, amigo lector… Que si vienes de la casa de quienes dan crédito a la gente en función de “cuántas tb se ha tirado” -y sí, los hay-, yo de ti me dedicaba un ratito para reformular el paradigma.
Para empezar… Un verdadero caballero no muestra a sus conquistas cual trofeos de caza, un verdadero caballero guarda sus recuerdos de conquista como si fueran sus más preciados tesoros secretos. Un verdadero caballero no se jacta, alardea o vanagloria de las mujeres de cuya compañía ha tenido el honor de disfrutar. Un verdadero seductor es un verdadero caballero, y de esos existen pocos en la actualidad.
Abrazos, y gracias a Nightcrawler por su colaboración hoy.