Revista Cultura y Ocio
Sólo he leído una novela de Saramago, y la dejé a medias. No me gustaba mucho su estilo, pero siempre lo admiré como intelectual, como sabio; era un hombre de esos a los que siempre apetece escuchar, un hombre capaz de relajar con su charla a la persona más nerviosa del mundo. Se va un grande, descansa en paz, José.