Adicciones en la Región: baja la edad de inicio y hay más mujeres afectadas

Análisis de la realidad de las adicciones en La Plata

“Duele en el alma lo que está pasando: chicos de 10, 11 años, que ya andan tomando pastillas o fumando marihuana y se los puede ver por las calles del barrio”. El que habla es Jorge Moyano, pastor de la iglesia evangélica Cristo es La Roca, que en el barrio de monoblocks de Tolosa conocido como La Favela trabaja en la recuperación de adictos. 
Lejos de ahí, en el Hospital Reencuentro, dedicado a la recuperación de la adicción a las drogas y el alcohol, su director, Oscar Molteni, afirma que la edad de inicio en el consumo de esas sustancias se redujo en los últimos años y lo gráfica con un ejemplo: “hemos asistido a adolescentes que se iniciaron en el consumo de drogas a los 10, 11 años. Son casos específicos y muy aislados. Pero cinco años atrás no los veíamos”.
Los especialistas en adicciones describen una situación reciente que va paralela al crecimiento de la demanda de atención, que aumentó un 20% en el curso de los últimos cinco años en la Región: un cambio en el perfil de los adictos a las drogas. Quienes se acercan hoy a buscar ayuda a los centros especializados se caracterizan por haberse iniciado a edades más tempranas. Y crece el número de mujeres afectadas por este flagelo.
Desde la Subsecretaria de Atención de las Adicciones de la Provincia se indica que, si la edad de inicio en el consumo se ubicaba hace una década entre los 16 y los 17 años, hoy ronda los 13.
Así lo afirma Eduardo Rodríguez Tellechea, psiquiatra y director de Atención de las Adicciones, quien indica que los cuadros de dependencia que se atienden corresponden a adolescentes de alrededor de 17 años y se relacionan con el consumo de varias drogas a la vez (policonsumo) en una proporción de entre el 65 y el 70% de los casos. Esos pacientes dicen haber comenzado a consumir alrededor de los 13 años. El tabaco, el alcohol y la marihuana aparecen como puertas de entrada más frecuentes al mundo de las drogas en sus historias.
Al mismo tiempo detectan una mayor presencia de mujeres entre las que consultan. Si hace una década la participación femenina en el consumo de drogas era del 10%, actualmente llega al 15%. Ese crecimiento puede parecer menor, pero lo que preocupa a los especialistas es que detrás de esa cifra se esconde un fenómeno más importante.
“Si por algo se caracteriza la mujer es por consultar tarde su problema de dependencia de las drogas o por no consultar, por lo que consideramos que la cantidad de mujeres que tienen problemas con las drogas hoy es mayor a la registrada”, indicó Tellechea.
Los datos están en sintonía con un informe dado a conocer esta semana por la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) advirtiendo sobre el crecimiento del consumo de drogas entre las mujeres.
El trabajo, presentado en Nueva York, va más allá. Dice que es posible que la brecha de consumo entre hombres y mujeres comience a cerrarse a medida que aumente el consumo de drogas por parte de mujeres en países en desarrollo como consecuencia de la desaparición de las barreras socioculturales y de una mayor igualdad de género.
Desde el platense Hospital Reencuentro, no se sorprenden. Allí la consulta por parte de mujeres creció sensiblemente en los últimos dos años, algo que Oscar Molteni atribuye, tanto a un mayor consumo femenino de drogas como a la posibilidad de que se esté empezando a romper ese condicionante social y cultural que aleja a las mujeres de la consulta.
Los tratamientos, en tanto, también aparecen en el foco de una discusión. Esta semana, una de las ONG avaladas por la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico (Sedronar) cuestionó a la red estatal dedicada a la atención por considerar que no estaba a la altura de la dimensión del problema. Rodríguez Tellechea reconoce que se trabaja para mejorar la captación de los adictos por parte de los centros de tratamiento. “La idea es no quedarse en el CPA, sino trabajar en los barrios, con los referentes comunitarios y con un criterio de atención primaria para lograr que más adictos lleguen al tratamiento”. Fuente Diario El Día.
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