Ya van han pasado casi 4 años y medio desde que Iris nació, y puedo asegurar que una de las compras que más he amortizado y más satisfecha estoy en todo este tiempo, ha sido la adquisición del cochecito para pasear.
Cuando te quedas embarazada hay ciertos productos indispensables que necesitas y realmente no sabes cuál comprar porque no te han hecho falta hasta la fecha y tampoco tienes experiencia en su uso. Un claro ejemplo de esto es el momento de comprar una de las muchas sillas de paseo que existen en el mercado.
Ante de saber qué marca elegir, lo primero que sueles hacer es preguntar a tus amigas que ya son mamás. Y en mi caso muchas me decían que la mejor era un Bugaboo. Pero claro, cuando empiezas a informarte y ves el precio que tienen y encima que solo son de dos piezas pues ya pones en duda los consejos de tus conocidos y te toca planificar mejor la compra.
Después de visitar varias tiendas, leer algunos artículos especializados en revistas de puericultura y observar los carritos que utilizaban mis amigas, al final tenía clara estos aspectos básicos:
1. Que fuera fácil de manejar. Antes que nada, debéis pensar lo manejable que es a la hora de pasear, subir bordillos de la calle, que quepa en el ascensor de casa, que se pueda plegar rápidamente para llevar en el maletero del coche. Son aspectos mucho más importantes y útiles que el diseño visual que tenga. Hay cochecitos muy bonitos de tres o cuatro ruedas pero que a la hora de llevarlos son muy complicados y pesados
2. En mi caso tenía claro que fuera de 3 piezas. El capazo para cuando acaba de nacer Iris, después el accesorio de silla, y por último e indispensable que también contara con el accesorio de grupo 0, lo necesitaba para cuando íbamos en el coche, así que lo más lógico era que ya lo llevara incorporado en el lote que comprara.
3. También tuve en cuenta algunos complementos importantes adicionales que a simple vista cualquiera puede no darle relevancia. Por ejemplo que llevara una gran cesta o un compartimento debajo para dejar cosas (por ejemplo me ha sido muy útil cuando iba al Mercadona a comprar con el bebé en su capazo). Que en el manillar se pudiera poner un bolso de forma fácil. O que pudiera encontrar sacos para la silla de paseo y fundas que le pudieran servir.
4. Por supuesto deseaba que también tuviera un buen precio, así que principalmente me decanté por mirar marcas solo de sillas de paseo baratas.
Así que al final con todas estas consideraciones al final me decidí por comprar un coche de paseo de la marca Kiddy, en concreto uno igual que éste.
Después de casi cinco años, os puedo aseguro que ha valido muchísimo la pena. El carrito lo hemos utilizado un montonazo, y aunque ahora que Iris ya es mayor casi no lo utilizamos, lo hemos amortizado bien durante sus tres primeros años en los que casi todos los días lo utilizábamos.
Hemos recorrido calles de todo tipo, incluso las más empedradas de ciudades históricas, hasta caminos de tierra y nunca hemos tenido ningún problema. No tiene un cuentakilómetros como el que llevan los coches, pero estoy convencida de que al final hemos recorrido cientos de kilómetros juntos, con Iris montada en él.
Al igual que pasa con todos los productos para bebé, llega un momento que ya deja de usarse, y lamentablemente es una cosa que ocupa bastante espacio tanto para guardar en casa o en un trastero. Así que creo que lo venderé en una tienda de 2ª mano pero después de tanto tiempo, la verdad es que me da cierta pena y como podéis apreciar, está casi como el primer día…
Espero que la persona que lo adquiera le pueda dar el mismo uso que yo he podido obtener y que le dure los mismo o más años.
En vuestro caso ¿cuánto tiempo os duró el carrito?.