Revista En Femenino

Adiós a una etapa…

Por Ainara Moreno San Miguel

Sabéis que pocas veces exprimo emociones en este blog, que es más bien informativo, donde contamos experiencias pero siempre de una forma bastante neutral. Pues bien, hoy me ha dado por tener la lagrimilla floja, y es que tengo un mix de sensaciones que me apetece compartir por aquí... no me lo tengáis en cuenta, no pasará a menudo, pero hoy es el día y lo necesito!

Adiós a una etapa…

Seguramente las que nos seguís por las redes sociales lo sabéis ya, pero para quien no lo sepa, nos volvemos a la ciudad de procedencia del papi, nos vamos a la Toscana. Vinimos aquí por motivos laborales de mi compañero de vida, pero ahora ha terminado aquí su labor y vuelve a su puesto anterior. Obviamente si el papi se va, nosotras nos lanzamos detrás de él de cabeza... pero claro, no puedo dejar de estar triste por lo que se queda aquí.

Dejamos un trocito de nuestro corazón en este pequeño pueblo, entre campos de cultivación llamado Resana, donde hemos conocido gente maravillosa, hemos pasado casi 3 años estupendos, pero sobretodo, donde hemos construido nuestra familia... donde llegó nuestra piccola Chloe!

Adiós a una etapa…

Y es que no paro de pensar en todos los bonitos recuerdos que me aporta este lugar, recuerdos como mi embarazo que fue de lo más maravilloso, la llegada de la piccola Chloe y ese bonito día en que volvimos a casa con nuestra piccola en brazos, todas esas preciosas sensaciones y cosas que he disfrutado desde el primer momento que soy madre, esos momento únicos sentadas en la poltrona de su habitación disfrutando de una lactancia respetuosa y compartiendo momentos íntimos, donde yo me he sentido su mundo por completo. Sus primeras navidades, su primer cumpleaños, sus primeros dientes... y así podría continuar porque hay tantas sus primeras veces, que me daría para un libro entero! Las cosas no han sido siempre bonitas ni fáciles, también tuvimos un susto y acabamos ingresadas en el hospital por deshidratación dada una gastroenteritis, pasó una infección fuerte de oído, me ha llevado loca con sus constantes rabietas de "quiero ser mayor", y por último hemos descubierto que es celíaca y hemos aprendido a llevarlo.

Pero en general, las sensaciones vividas como familia han sido lo mejor de mi vida, por este motivo me cuesta tanto dejar este lugar, esta casa... porque digamos que aquí ha sido donde hemos plantado raíces de las de verdad, de esas gordas gordas que nos tocará arrancar y llevárnoslas a otra parte para seguir siendo siempre igual de sólidos y fuertes.

Todos estos momentos ahora se quedan estampados solo en mi memoria, en mis fotos y obviamente en este blog. Pero ya no tendré esa sensación cuando pasas por un sitio, o cuando miras una de las partes de la casa y te invaden todos los recuerdos pasados. ¿Sabes a lo que me refiero? Ese instante cuando pasas por un sitio y boom, explosión de recuerdo pasan por tu mente. Pues bien, esa sensación ya no la tendremos... porque ya no estaremos aquí. Y es que me da la impresión que sin estar aquí, entre estas paredes que tienen ojos y oídos para recordarme ciertos momentos, que yo por mi cuenta y con mi memoria de humana, me desaparecerán. Lo sé, es una teoría estúpida, porque teóricamente las memorias inolvidables siempre estarán dentro de mi... pero yo soy de pensar que un lugar te puede decir tantas cosas...

En fin, dejo de llorar y me pongo a trabajar que aún tengo cosillas por terminar y algunas cosas que recoger. Y sobretodo, aún me queda despedirme a conciencia de esta casita que ha sido nuestro hogar, nuestro mundo!

Gracias a todas por leerme! Besos

Adiós a una etapa…

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