Desde entonces todas las noches al acostarse el Chiquini pedía “tete” y “Lolo” ( su peluche) hasta que hace unas semanas estuvo malito, le molestaba la boca y no pedía el chupete; es más, lo rechazaba. Desde entonces no lo ha vuelto a pedir, así que lo hemos puesto a buen recaudo. Curiosamente al pobre Lolo tampoco le hace ya caso.
Por curiosidad he tecleado en Google “dejar el chupete” y han aparecido un montón de referencias: libro para dejar el chupete, estrategias, plan para dejar el chupete en 15 días, cómo dejar el chupete sin traumas, etc.La verdad es que nunca ha sido muy “chupetero”, tuvo un amago de “enchupetarse” pero le duró dos días, y ha sido sencillo porque lo ha decidido él. Igual que cuando pasó de dormir en la cuna a dormir en la cama. Lo siguiente tiene visos de ser el biberón, porque anoche me pidió su taza y que le sirviera en ella la leche.Y tendrá que llegar en breve el “momento pañal”. ¡Eso si que va a ser un cambio importante!En nuestro caso sencillamente no ha podido ser más fácil, así que ya está, un nuevo hito, hemos dejado el chupete. Sin lloros, sin traumas, sin tener que convencerle de que ya es mayor.