Hace unos días os conté que tenía previsto quitarle el pañal al peque este fin de semana (Adiós al pañal-1a parte: “se acerca el momento), pero cambios en la planificación familiar nos hicieron avanzar una semana la operació pañal. Así que hoy hace justo una semana que al despertarse de la siesta le quité el pañal y le puse por primera vez unos calzoncillos. Y os preguntaréis cómo ha ido el tema. Pues aquí os lo resumo.
Emoción: sonará cursi, pero casi se me sale la lagrimita al ponerle los calzonzillos por primera vez, y no porque le salían los “huevillos” por los costaos, sinó porque ese pequeño gran paso de nuevo me plantaba en los morros un “se está haciendo mayor”. Pues nada chiquillos, que de aquí dos días ya le veo afeitándose y pidiéndome la moto.
Asombro: al ver que toooodos los calzoncillos que le había comprado les van grande, y eso que compré la talla más pequeña! de
cintura bien (al menos no tengo que ponerle tirantes), pero por los muslos se le escapa el pajarito y los acompañantes. No sé, igual le digo a mi madre que le ponga pinzas, aunque pensándolo bien, tampoco va tan mal, así tiene los bajos bien aireados.Pastilla lagarto: la que por suerte NO he tenido que usar aun para limpiar ningun pastel de chocolate en los calzoncillos o pantalones. Señal que la cosa va bien.
Despistes: el peque des del primer día domina muy bien el tema pipi, si lo pones mea y punto. Y si alguna vez se meó encima durante los dos primeros días fue porque…sí, lo siento…se nos olvidaba a los papis ponerlo en el water. Es lo que tiene no tener costumbre… De repente alguno de los dos decíamos: “ostras, que hace dos horas!!!”.
La petanca: el primer día juguemos a petanca en el pasillo. Imaginaos, el peque se hace caquita encima, empieza a llorar y a gritar porque no le gusta su tacto en el culete, el papa va a socorrerle y al bajarle los pantalones la bola sale escopeteada por el pasillo. El papá detrás de ella y la mamá viene por detrás preguntando “qué pasa? qué es todo ese jaleo?” y…mierdas! sí, casi la piso, pero por suerte le di sólo una patadita que la hizo rodar un metro más hacia delante. Y os preguntaréis: “una caquita que rueda”, pues sí, y eso es culpa del muelle.
El muelle: es lo que parece que tiene el peque en el culo cuando tiene caca y lo sientas en el water. Lo que más le está costando son las cacas, aunque a día de hoy cuando tiene caca ya te grita eso de “cacaaaaaa” mientras va escopeteado
hacia el lavabo a esperar a que llegues para que lo sientes en el water. El problema es ese muelle. Es como si le diera “cosa” dejar ese trocito suyo caer por la taza del water y en cuanto nota que le sale la caca al segundo salta del water. Así que ni quiere hacérselo encima ni quiere hacerla en el water. Consecuencia: estreñimiento. Con-consecuancia: bolas de petanca. Con-con-consecuencia: no tengo que usar el jabón lagarto. Para ayudarle un poco estos días le doy una dieta con bastante fibra para evitar el estreñimiento y facilitarle las “deposiciones”, ya sabéis verdurita, zumito de naranzo, cereales superfibra…El aspersor: le encanta mear de pie. La primera vez que le pusimos en el bosque a mear de pie puso una cara de “pero qué coño se
supone que tengo que hacer yo ahora?!, pero enseguida entendió que lo que tenía que hacer era pipi. Eso parecía un aspersor, ahora pá aquí, ahora pá allá, ahora a un metro, ahora casi en los pantalones…y como no! pantalones mojados. Ahora ya he cogido experiencia, le inclino un poco hacia adelante y le pongo un clinex debajo de sus partes para recoger las últimas gotas. El problema es que le encanta eso de disparar con la pistolita y a la que ve un árbol o un poco de bosque ya quiere sacarla y regar las plantas jajaja.Orgullo: orgullo de madre al ver que la operación pañal está yendo tan bien, mucha más fácil de lo que creía. Des del lunes no se ha hecho ninguna vez pipi encima, las cacas las pide y ya está empezando a mejorar el tema muelle. Además desde hace días no moja el pañal durante la siesta y esta mañana tenía el pañal casi totalmente seco, cuando mi peque era de los que se levantaba con un pañal de cinco kilos de pipi cada mañana. Así que como dije en el anterior post, mi peque estaba totalmente preparado aunque mojaba montón los pañales. Así que no os fijeis en eso a la hora de decidir cuando decir adiós al pañal.
Y de momento poco más. Ya os iré contando los nuevos avances