Hasta aquí ha llegado este breve, hermoso y doloroso episodio de nuestras vidas.
Íbamos a tener un precioso bebé… Y ya no. Hoy nos hemos despedido… ¡Y es algo tan increíble el modo en que te fuiste…! No sé qué decirte, mi pequeño amor sin rostro. No sé qué decirte…
Solamente, que jamás te olvidaré.
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Y ya está… Eso es todo.
Mañana toca madrugar.