Revista Deportes
Hoy voy a romper la norma que me impuse cuando abrí este blog y voy a ser egoista.
Hoy voy a dedicarle este articulo a Noah, mi perrita que ayer se marchó a ese arco iris de los perritos en el que dicen que nos esperan a los amos para cruzar el puente.
Esta mañana me he levantado y he empezado el recital de llanto. He visto por el suelo sus cunitas, los platitos en los que comia y bebia, y su ausencia ha estallado como un trueno de silencio, y ha invadido de dolor toda la casa.
He ido a la veterinaria que la cuidaba desde que la adoptamos , hace 15 años, a darla de baja legalmente, y he visto el parque en el que hacía sus cosas, me he cruzado con los amigos y sus dueños, que me han preguntado por ella, y he seguido llorando hasta que, puede que sea absurdo, he decidido escribirle en mi blog, para que quede para siempre, una carta de despedida.
Una carta de despedida que seguro que a los pocos o muchos lectores de mi blog no va a importarles, pero que yo, y perdonadme de nuevo que siga siendo egoista, necesitaba escribir.
Y es que intentar explicarle a alguien que nunca tuvo perro el dolor que se siente en la despedida es tarea inutil, intentar explicar lo que es el amor de un perro a quien nunca lo conoció es como explicarle los colores a quien nunca fue capaz de verlos.
Noah fue la perra mas maravillosa a la que un humano puede aspirar. Y quererla fue el acto mas egoista del mundo, porque por mucho amor que yo le diera ella me respondia dandome mucho mas, y tenia amor para toda la familia.
Ayer, cuando ya apenas se sostenía, cuando en cada breve paseo se le iban las piernas y las pocas fuerzas las iba reservando para el siguiente esfuerzo, la llevamos todos juntos(porque el unico que no pudo estar por trabajo estaba llorando en la distancia) al ultimo viaje y lloramos para todo el año.
Hoy su ausencia ha dejado la casa vacia, y a la familia llorando a cada paso, pero nos quedaremos con su recuerdo, con su dulzura, con sus saltos de alegria cuando llegabamos, y tambien, ¿por que no? con sus ultimos meses desde la operación, cuando le costaba andar, pero si en algun momento alguien se iba de noche al salón, ella lo acompañaba dándole lo único que tenia, su compañia y su cariño.
No puedo seguir escribiendo, y asumo que puede que mucha gente no me entienda, pero necesitaba rendirle un homenaje a un ser que lo dio todo por nosotros, hasta su ultimo aliento.
Ya nada va a volver a ser igual para nosotros, porque nos enseñaste que se puede querer a un animal tanto como a una persona.
Y porque tu ausencia no podra llenarse, aunque lo intentaremos.
Noah, te quIero tanto, y me duele tanto tu ausencia.......
Adios mi chiquitina. Te echaremos de menos.
Nos veremos en el puente y cruzaremos juntos